Una ducha sin mampara y una cámara espía oculta en un reloj digital colocado en el cuarto de baño. De esta forma un hombre de 41 años que estaba dado de alta en una plataforma de intercambio de alojamientos grabó al menos a una decena de turistas que se hospedaron de forma gratuita en su domicilio del centro de Alicante. Una de las mujeres sospechó del generoso casero y le denunció ante la Policía Nacional, que detuvo al hombre e intervino dos tarjetas de memoria con decenas de horas de grabaciones íntimas de sus inquilinas. Además de la cámara espía en el baño tenía otra en el dormitorio. Los investigadores del Grupo de Delitos Tecnológicos de la Comisaría Provincial de Alicante continúan analizando el material intervenido porque se sospecha que además de las 10 mujeres detectadas en las grabaciones puede haber más víctimas.

Denuncia

La investigación policial se llevó a cabo la semana pasada tras la denuncia presentada por una turista procedente de un país del Este de Europa que sospechó que había sido grabada en la vivienda donde se alojó mientras pasaba unos días de vacaciones en Alicante. La víctima relató a la Policía que encontró el alojamiento gratuito en una página web de una plataforma de intercambio para acoger a turistas de todo el mundo. Esta mujer y otra pasaron unos días en la vivienda, situada en la zona centro de Alicante, y decidió denunciar ante la sospecha de que podían estar siendo grabadas en diferentes estancias de la casa, sobre todo en el baño, donde la ducha carecía de mampara de protección, algo que le pareció raro a la joven.

La Policía Nacional localizó la vivienda donde se alojaron las víctimas y procedió a la detención del casero como presunto autor de un delito contra la intimidad.

El arrestado, que quedó en libertad tras prestar declaración en dependencias policiales, se mostró colaborador con los agentes tras ser descubierto. La Policía Nacional le intervino los dos dispositivos espía con los que filmaba a las turistas y dos tarjetas de memoria SD con las grabaciones.

Por el momento los investigadores no han detectado que el detenido haya difundido por internet alguna de las grabaciones y se baraja que no lo ha hecho y sólo era para satisfacer sus ánimos libidinosos.