El turista irlandés de 41 años fallecido anteayer tras ser tiroteado en Costa de la Calma (Calvià) ante su mujer y sus tres hijos fue confundido con un miembro de un clan mafioso irlandés que estaba junto a él, según la principal hipótesis que maneja la Guardia Civil. La investigación apunta a un fallido ajuste de cuentas entre dos bandas criminales, los Hutch y los Kinahan, cuyo enfrentamiento ha dejado un reguero de muertos principalmente en su país pero que se ha extendido también a la Costa del Sol andaluza y ahora a Mallorca. La víctima, funcionario del Ayuntamiento de Dublín, no tendría ninguna conexión con estas bandas, aunque podría haber entablado cierta amistad en la isla con el verdadero objetivo del asesino. La Policía Judicial del instituto armado continuaba ayer volcada en la búsqueda del tirador, que huyó a la carrera tras el crimen.

La autopsia practicada ayer al cadáver de la víctima en el Instituto de Medicina Legal reveló que recibió un solo disparo por la espalda, efectuado a pocos metros de distancia y que le alcanzó en la zona lumbar. El tiro le causó gravísimas lesiones internas y aunque ingresó con vida en Son Espases, murió poco después. Los testigos del suceso aseguran haber oído entre cuatro y cinco disparos, pero los investigadores del instituto armado no han encontrado en el lugar de los hechos más casquillos ni impactos.

Los investigadores tienen claro que en el tiroteo participó directamente una sola persona, que llevaba una sudadera azul y la cabeza cubierta con la capucha. Al filo de las ocho y media de la tarde, se acercó por la espalda a un grupo de personas a las puertas de un supermercado en la calle Santa Ponça y abrió fuego. Acto seguido, se dio a la fuga corriendo hacia la playa. Los agentes no descartan que contara con la ayuda de algún cómplice para huir. La Guardia Civil cuenta con la grabación de una cámara de videovigilancia instalada en la zona que, aunque no captó el momento del crimen sí grabó al asesino en los momentos previos.

El turista fallecido se encontraba con su mujer, sus tres hijos de cuatro, seis y once años y varios compatriotas. Entre ellos, un familiar del líder del clan Hutch, un hombre de 38 años que según la investigación era el verdadero objetivo del asesino. Esta persona llevaba unos meses residiendo en la Costa de la Calma, dónde se instaló precisamente por temor a convertirse en objetivo de la banda rival, los Kinahan.

La víctima del tiroteo, Trevor O'Neill, era un "empleado muy trabajador y dedicado" del Consejo de la Ciudad de Dublín, la administración local de la capital irlandesa, según señaló este organismo en un comunicado. La Policía de ese país desvincula completamente a O'Neill de los dos clanes enfrentados.

La Guardia Civil trata ahora de esclarecer cuál era la relación entre la víctima y la persona a la que en realidad quería matar el asesino por orden de los Kinahan. Una de las hipótesis que manejan los agentes es que O'Neill conociera al miembro del clan Hutch durante sus vacaciones en la Costa de la Calma -donde veraneaba todos los años- y entablara cierta relación con él. De ahí que estuvieran juntos cuando ocurrieron los hechos. Fuentes del caso señalaron además que ambos guardan un importante parecido físico, lo que pudo contribuir a que el tirador se confundiera de persona.

La Policía Judicial de la Guardia Civil continuó ayer recabando pistas en la Costa de la Calma para tratar de estrechar el cerco sobre el asesino. Su descripción ha sido distribuida entre las patrullas y los agentes de las principales vías de salida de Mallorca, ante la posibilidad de que intente huir de la isla.