Las áreas de servicio de la autopista AP-7 eran su territorio. Mientras algunos de los miembros de la banda se dedicaban a vigilar la zona, los otros procedían a perpetrar los robos en el interior de los vehículos. Bolsos, carteras, móviles, o incluso ordenadores portátiles se convertían en un preciado botín. Para conseguirlo utilizaban un curioso y silencioso «modus operandi», con una bujía realizaban una pequeña hendidura en la ventanilla del coche. Después desvalijaban el interior en pocos minutos, y desaparecían del lugar de los hechos en coches de alta gama que antes habían sustraído para tal fin.

La brigada de crimen organizado de la Policía Nacional fue quien detuvo a los tres ciudadanos de origen rumano que ayer prestaron declaración en el juzgado de Instrucción nº1 de Alicante, el juzgado de guardia. Dos de los detenidos han ingresado en prisión, acusados de los delitos de robo con fuerza y robo con violencia, y un tercero ha quedado en libertad con cargos. Las diligencias están bajo secreto de sumario, y no se descarta que se produzcan nuevas detenciones en los próximos días.

Organización criminal

Según fuentes policiales, los arrestados pertenecen a una banda cuyos cabecillas fueron detenidos hace ahora quince días. Tienen una «larga lista de antecedentes», ya que se les imputan los delitos de robo con fuerza, robo con violencia, contra la seguridad vial, hurto, apropiación indebida, falsedad documental , asociación ilícita y atentado contra agente de la autoridad. Además, sus acciones violentas a lo largo de toda la autopista habían generado «una importante alarma social entre los viajeros que la recorren a diario, sobre todo en estas fechas», aseguraron las mismas fuentes.

En la operación también se intervinieron joyas, teléfonos móviles, coches, dinero en efectivo, frascos de perfume, linternas y diferentes herramientas supuestamente empleadas para perpetrar los robos por los que tendrán que responder ante la Justicia.

Los primeros detenidos de la banda, los más peligrosos, están también acusados de atropellar a un agente de la Guardia Civil hace meses, cuando intentó detenerlos en el área de servicio alicantina de La Marina Villajoyosa.

La organización criminal cometía los robos en diferentes puntos de la autopista del Mediterráneo. Además del litoral de la Comunidad, también actuaban en Murcia, Málaga y Granada, según fuentes de la investigación.

Además de los operativos para prevenir los delitos, la presión policial también se traduce en detenciones y golpes a la delincuencia organizada como prueban las últimas detenciones realizadas.