La Guardia Civil detuvo ayer en el municipio coruñés de Arzúa a una mujer de 46 años que presuntamente mató a dos familiares fruto de un brote psicótico, según informó el instituto armado.

Los agentes hallaron la mañana de ayer en el lugar de A Figueroa (A Coruña) los cadáveres de un matrimonio -él de 98 años y ella de 84- en su cama, fruto de una muerte violenta que están en investigación. Atribuyen ambas muertes al brote psicótico de la detenida, que de madrugada ya había atacado a su suegro y había sido ingresada en psiquiatría.

Los hechos comenzaron por la noche del martes en un domicilio en Figueroa (Arzúa), donde la detenida, que padece problemas psiquiátricos, supuestamente utilizó un arma blanca contra su suegro, al que causó cortes leves en la cara y el cuello, además de diversos hematomas por golpes.

Ambos fueron evacuados en ambulancia a urgencias del hospital de Santiago de Compostela para evaluación médica. Entonces, la mujer fue detenida e ingresó en el departamento de psiquiatría, donde permanecía cuando los agentes recibieron una segunda alerta, ya en la mañana de ayer.

Un familiar informó de que había visto sangre en el pomo de la puerta que da acceso a la vivienda de unos parientes, ubicada a unos quince metros del domicilio de la presunta atacante.

La Guardia Civil accedió a esta segunda vivienda donde encontró al matrimonio muerto sobre la cama con heridas de arma blanca, que atribuyen, en un principio, a la mujer detenida, que antes había atacado a su suegro.

Depresiones y ataques

La mujer sospechosa de matar en Arzúa (A Coruña) a dos personas de edad avanzada, tíos de su marido, protagonizó hace unos cuatro años una fuga que mantuvo en vilo a las fuerzas de seguridad y a los residentes de su zona y presentaba desde hacía más de diez años problemas psiquiátricos que eran conocidos por sus vecinos. Así lo ha aseguró ayer Manuel Corral, un vecino de la aldea de Outeiro, limítrofe con la zona de Fontela en la que vivía la mujer junto con sus tres presuntas víctimas en dos viviendas aisladas de la población en un área boscosa.

El vecino relato ayer que era conocido que la mujer padecía problemas psiquiátricos desde hacía más de una década, con «depresiones» recurrentes y «ataques» en los que huía de su domicilio, aunque «nunca fue violenta», por lo que el caso ha extrañado en la zona.

El vecino de la supuesta agresora recordó ayer que la mujer, que permanece desde la noche del martes ingresada en la Unidad de Psiquiatría del Complejo Hospitalario de Santiago, sufrió hace unos cuatro años un «ataque muy sonado», tras el que huyó de su domicilio y «desapareció». Tras días de intensa búsqueda, los efectivos de emergencias la localizaron escondida en una hucha situada en una vivienda antigua dentro de la misma finca. Además de sus problemas psiquiátricos, la mujer se encontraba afectada por el fallecimiento de su suegra, que se suicidó hace dos años, y por las secuelas que su marido arrastraba a raíz de un accidente de tractor sufrido recientemente.