La Policía Nacional de Alicante detuvo la pasada semana en Crevillent al responsable y a su hombre de confianza de una red que adquiría teléfonos móviles robados para venderlos en España y el norte de África, en una operación en la que se intervinieron 21 terminales, uno de ellos sustraído en las fiestas de San Fermín. La Comisaría de Alicante informó ayer a través de un comunicado de prensa de la operación, que continúa abierta, por lo que no se descartan más detenciones de presuntos miembros del entramado.

Además de lucrarse con la venta de los teléfonos en España, los arrestados utilizaban de manera habitual una línea regular de autobuses que conecta París con Marruecos para transportar los móviles robados fuera del territorial nacional sin ser descubiertos y venderlos en el norte de África. Realizaban los envíos con una periodicidad semanal para evitar así acumular una gran cantidad de dispositivos en el domicilio donde residían. Según fuentes policiales, la organización actuaba a nivel nacional, ya que uno de los teléfonos recuperados fue robado en la capital de Navarra, en las fiestas de San Fermín.

Los dos arrestados, de 30 y 34 años, ambos de origen marroquí, han sido puestos a disposición judicial tras ser detenidos el pasado día 20 en Crevillent.