Una mujer de 83 años falleció atropellada el viernes en plena Gran Vía de Alicante y cuando caminaba por la acera al ser arrollada por un vehículo. El suceso ocurrió sobre las once y media de la mañana en la Gran Vía, en el tramo de la calle Colombia desde la calle Jacinto Benavente. La mujer fue arrollada por el conductor de un Seat Ibiza de color rojo, un hombre de 36 años de nacionalidad española, quien al parecer perdió el control del vehículo y se subió a la acera por donde caminaba la mujer, que falleció posteriormente en el Hospital General de Alicante al que fue trasladada tras ser arrollada por el vehículo.

Según exponen fuentes municipales, cuando el conductor se disponía a acceder a la Gran Vía se produjo la apertura de la puerta del conductor y el vehículo entonces describió un giro a la derecha, invadiendo la acera. Impactó en un primer momento contra la fachada del recinto del Hospital Militar y tras recorrer varios metros terminó por arrollar a la mujer, de nacionalidad española, que caminaba por la acera.

La víctima recibió una primera asistencia en el lugar de los hechos por una dotación del SAMU y posteriormente fue trasladada hasta el Hospital General de Alicante donde ingresó en la UCI. Y fue durante la tarde del mismo día cuando se produjo su fallecimiento como consecuencia de las lesiones sufridas.

El conductor, supuestamente, habría perdido el control del coche al tratar de cerrar la puerta de su vehículo que se habría abierto de forma sorpresiva.

En agosto del año pasado un hombre de 39 años también murió atropellado cuando cruzaba un paso de peatones en el tramo de la Gran Vía con la calle Colombia.

El pasado mes de mayo un hombre de 38 años fue herido grave al ser atropellado por un autobús escolar cuando caminaba por la avenida Maestro Alonso.

Y también el pasado mayo un hombre perdía la vida en las calles de Alicante. En este caso fue un motociclista a quien la imprudencia de un conductor le costó la vida en la avenida Conde Lumiares. En este caso el turismo no esperó a que otro coche pudiera aparcar y durante la maniobra de adelantamiento invadió el carril contrario y provocó un frenazo brusco del motorista que cayó al suelo y murió tras el impacto con otro coche.