­El expárroco de la localidad mallorquina de Can Picafort Pere B.R., de 64 años, admitió ayer ante el tribunal haber abusado sexualmente y violado de manera continuada a una monaguilla de su parroquia desde que la niña tenía 10 años y se conformó con una petición de condena de 6 años de prisión.

En el juicio celebrado hoy en la Audiencia de Palma, las acusaciones -Fiscalía y el abogado de la víctima- y la defensa del expárroco llegaron a un acuerdo de conformidad por el que el acusado confesó todas las acusaciones y aceptó una condena de 6 años, así como 5 de prohibición de acercarse a menos de 500 metros de la víctima ni comunicarse con ella.

En vista del reconocimiento de los hechos, la Fiscalía y la acusación particular calificaron finalmente lo ocurrido como un delito continuado de agresión sexual con penetración bucal y acceso carnal a menor de 12 años y apreciaron las atenuantes de confesión y reparación del daño. En el escrito provisional de acusación se solicitaban 42 años de prisión.

El que fuera el primer expulsado de la Iglesia en España en 2013 antes de un juicio por pederastia, admitió los delitos y dijo estar totalmente arrepentido. Desde principios de 1997 hasta el verano del 98, el párroco aprovechaba la ausencia de adultos y llevaba a la menor, que iba a catequesis y luego ejerció como monaguilla, a su propia habitación para estar a solas con ella y cometer los abusos.

«Le deseo lo mejor a esa señora y a su familia, le deseo lo mejor, nunca he tenido rabia de ningún tipo, al contrario, les deseo de ahora y para siempre lo mejor», afirmó ante el tribunal.