El empresario Enrique Ortiz aseguró ayer a la salida de los juzgados que tenía la conciencia tranquila por estos hechos. «Lo de la financiación ilegal del PP es cosa del pasado», aseguró al ser preguntado por los periodistas sobre si consideraba que debía algún tipo de disculpas a los ciudadanos. Sin embargo, apostilló que en este caso «tengo la conciencia tranquila. Esto es algo de la contabilidad de otras empresas y yo no me voy a meter en lo que hacen otros». Como otras veces, la llegada de Ortiz levantó expectación y desde algunas ventanas los funcionarios del Palacio de Justicia se asomaban para la entrada del promotor. Esta vez no hubo altercado, ni ningún espontáneo que le increpara. Tan sólo la multitud de cámaras intentando tomar las mejores imágenes de ese momento. Esta vez el juzgado no autorizó la toma de imágenes en los primeros momentos de la sala de vistas. Mientras que el primer día del juicio el promotor llegó a los juzgados hasta una hora antes del inicio de la vista, ayer optó por presentarse quince minutos antes del inicio de la sesión. Ortiz y Galea prácticamente llegaron al mismo tiempo al edificio. La sala de vistas era tan diminuta que Rafael Galea acabó sentado en el banquillo compartiendo fila con algunos de los periodistas que habían ido a cubrir el juicio.