«Por lo menos hemos podido pasar estos últimos momentos a su lado, aunque no nos escuchara, hemos estado con ella», relataba una hija de la ahora fallecida. María Alandi, de 86 años, falleció ayer en el hospital General de Valencia pasadas las 14.00 horas, confirmaron fuentes sanitarias.

El viernes por la tarde, la octogenaria fue víctima de un atraco en el portal de su casa donde el presunto autor de los hechos la golpeó y la tiró al suelo dejándola gravemente herida. La víctima se encontraba «clínicamente muerta» según reconocieron los propios familiares a este diario.

La Policía Nacional detuvo momentos después al sospechoso quien permanece en prisión y al que se le podría imputar un delito de homicidio imprudente. El cadáver será trasladado al instituto de Medicina Legal de Valencia donde se le realizará la autopsia.

El entierro será mañana a las 17.30 horas en la parroquia Monte Sión de Torrent donde habrá una misa en recuerdo a la víctima.

Como ya publicó ayer este diario, María Alandi, de 86 años, volvía de asistir a misa, como cada día, en la Iglesia de San Luis Bertrán de Torrent. La mujer se disponía a entrar en su casa, ya tenía puesta la llave en la cerradura, cuando un desconocido la abordó y trató de arrebatarle de un tirón el bolso que llevaba colgado al hombro. La anciana se resistió con la energía de la que hacía gala a diario -pues pese a su edad todos coinciden en señalar que era una persona muy activa- y durante el forcejeo su agresor la golpeó y la tiró al suelo. El ladrón huyó del lugar dejándola inconsciente y gravemente herida con un derrame cerebral. Los peores presagios se hicieron realidad y los médicos confirmaron el domingo a la familia que la mujer se encontraba clínicamente muerta y su estado era irreversible.