El Ministerio de Justicia le acaba de conceder la Cruz de San Raimundo de Peñafort con la que pasa a formar parte de este selecto club de profesionales del Derecho, (entre los que se encuentran jueces, fiscales, funcionarios, abogados, secretarios judiciales y procuradores) que reciben esta distinción en reconocimiento a una carrera dedicada al correcto funcionamiento de los tribunales. No es la primera procuradora que la recibe, pero sí una de las más jóvenes y en ello ha podido influir su trabajo en los últimos años por la implantación de la mediación para resolución de conflictos, así como en la formación de las nuevas generaciones de profesionales. Pilar Fuentes pertenece al Comité Técnico de Mediación Consejo General de Procuradores de España (CGPE), es asesora de formación Colegio de Procuradores de Alicante, y es profesora del Master de la Abogacía de la Universidad de Alicante y del Master de la procura en la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED).

¿Ha llegado la igualdad entre hombres y mujeres en la Justicia?

Sinceramente creo que el mundo de la Justicia es uno de los lugares donde más habita la igualdad entre sus profesionales, sean hombres o mujeres. También es cierto que, como en otros ámbitos de la vida, los altos cargos siguen ocupándose más por los hombres pero pienso que esto es por elección de la propia mujer. En Alicante por ejemplo, si no recuerdo mal, en ningún momento de la historia del Colegio de Procuradores o de Abogados hemos tenido una decana. Tampoco ninguna mujer se ha presentado nunca al cargo en las elecciones.

¿Está suficientemente implantada la mediación para evitar que todo vaya a juicio?

Cada día la mediación va siendo más conocida y se va teniendo más en cuenta a la hora de resolver un conflicto pero hoy por hoy no está lo suficientemente implantada, tenemos mucho camino que recorrer. Desde las diferentes instituciones de mediación, entre otras la del CGPE, se trabaja mucho por la difusión de la mediación pero mi opinión es que las Administraciones Públicas tienen mucho que decir y , aunque me consta que tienen mucha voluntad para conseguir su implantación definitiva, creo que todavía, por falta de medios, no ha podido apostar por ella de forma real. Estoy segura de que próximamente la mediación tendrá más espacio en los presupuestos, porque la mediación no es una moda pasajera, ha venido para quedarse.

¿Se pueden buscar otros arreglos antes de ir al juicio?

Por supuesto, los problemas nunca se acaban pero las soluciones tampoco. En el mundo actual se está imponiendo otra forma de resolver los problemas... la jurisdicción se ha «estirado» tanto que, en ocasiones, se ha «deformado». Lo que busca el ciudadano es solucionar su problema y el juicio es solo uno de los posibles caminos. Por eso cada día se habla más de los juzgados multipuertas, con especialistas cuya tarea consiste en «filtrar» los asuntos, determinar cuál es el servicio más apropiado para resolver ese problema, podrían derivarlos al arbitraje, a la mediación o al juicio, en función de las peculiaridades de cada caso. En el último Congreso Nacional de Procuradores y Letrados de la Administración de Justicia, propusimos que los procuradores podríamos ser esos especialistas, ya que conocemos bien los entresijos del conflicto y tenemos una mirada más neutral.

¿En qué situación se coloca la provincia con el retraso por parte de la Conselleria de Justicia en implantar el expediente digital?

Evidentemente llevamos un retraso considerable con respecto al resto de España y no me preocupa tanto por el tiempo en que tardemos en llegar sino porque crea ciertas desigualdades . Por ejemplo, si presentamos una demanda en nombre de una empresa que tiene que pagar la famosa tasa para litigar, no podemos aplicar los descuentos que establece la ley para el supuesto de presentar la demanda de forma telemática porque no existe esta posibilidad en nuestra Comunidad . Si la demanda se presentara en Murcia, por ejemplo, sí tendría descuento. Por otro lado, me consta la buena relación que la Consellería de Justicia tiene con el Consejo Valenciano de Procuradores y sé que los responsables de Justicia de esta Comunidad podrán contar con la experiencia que los procuradores tenemos en otras y podremos «ahorrarnos» los errores que otros han cometido a la hora de implantar el sistema. Por eso estoy segura de que aunque empecemos más tarde, lo haremos mejor.

¿Está reconocida la labor del procurador?

Dentro de la Administración de Justicia se nos reconoce porque saben exactamente lo que hacemos y se nos considera muy necesarios. De hecho, en las últimas reformas nuestro papel ha sido reforzado y cada vez se nos van dando más funciones, una de las más importantes es la capacidad de certificación en los actos de comunicación. Es decir, cuando vamos a realizar, por ejemplo, un emplazamiento a un demandado o citar a alguien a juicio se presume la veracidad de lo que dice el procurador, sin necesidad de acreditarlo con testigos. Esto agiliza muchísimo los procedimientos y hace que podamos decir, como diría el presidente del CGPE que «los procuradores seamos la alta velocidad del sistema», sobre todo en la jurisdicción civil.

¿Cuál es la asignatura pendiente del procurador?

Tenemos todavía una gran reivindicación pendiente que varios ministros de Justicia han tenido sobre su mesa y es la asignación de competencias en la ejecución de sentencias. La respuesta al ciudadano cuando éste acude a los tribunales no termina cuando obtiene una sentencia sino cuando ésta se cumple. Y ésta última fase, aunque ha mejorado, sigue siendo deficiente en la Administración de Justicia. Y los procuradores, como especialistas en el proceso en general y en la ejecución en especial, tenemos una gran labor, que seguimos reivindicando. Creo que terminaremos por conseguirlo.

¿Su trabajo llega al ciudadano?

Es una paradoja que el ciudadano, al que representamos en los Tribunales, no reconozca nuestra labor porque no se puede comprender lo que no se conoce . En general , no se sabe cuáles son nuestras funciones y ahí hay que hacer autocrítica , no hemos sido capaces de hacer esa labor de pedagogía para explicarle al ciudadano por qué necesita un procurador y qué hacemos. Continuamente, en nuestra vida privada, andamos explicando que es eso de ser procurador... esa es nuestra otra gran asignatura pendiente.

¿Cómo valora que la hayan distinguido con este premio?

Desde el punto de vista personal me siento una privilegiada por lo que la Cruz de San Raimundo de Peñafort significa para un jurista y también siento un profundo agradecimiento al Consejo General de Procuradores de España por haber propuesto mi nombramiento al Ministerio de Justicia. Por otro lado este premio me alegra especialmente porque para mí es además un reconocimiento a la labor diaria de los Procuradores, que trabajamos, entre bambalinas y con enorme esfuerzo, para contribuir a que la Justicia en España sea mejor.