A los nueve años de edad fue víctima supuestamente de abusos sexuales por parte de un familiar. Ese grave hecho marcaría su vida y a él se acoge el detenido en Torrent, por grabar presuntamente a menores con cámaras espía en los vestuarios de varios polideportivos de la provincia de Valencia, para tratar de explicar el trastorno sexual que padece desde entonces y por el cual está bajo tratamiento. El arrestado, de 43 años y con antecedentes penales por producción y tenencia de pornografía infantil, ingresó ayer en prisión provisional, comunicada y sin fianza, tras prestar declaración en el Juzgado de Instrucción número tres de Llíria, acusado de un delito de corrupción de menores y otro contra el derecho a la intimidad.

La Guardia Civil arrestó al presunto pedófilo el pasado lunes tras una investigación que comenzó a principios de mayo cuando se detectaron dos dispositivos de video-grabación ocultos en unos falsos interruptores en los vestuarios del polideportivo de Bétera. Por el momento sólo se tiene constancia probada de la colocación de estas dos microcámaras en dichas instalaciones deportivas, según indicaron las fuentes consultadas por este periódico, aunque se sospecha que el ahora detenido podría estar implicado en la grabación de imágenes en otros vestuarios de campos de fútbol de Valencia y alrededores durante partidos de categoría infantil.

De hecho, tras un primer análisis del material intervenido al sospechoso se han visualizado vídeos de menores, de entre 9 y 16 años en baños y duchas de centros deportivos que por su equipación corresponden a equipos de localidades como Valencia, Catarroja, Alboraia y Burjassot.

Asimismo, en las tarjetas de memoria, de 32 y 8 gigas, halladas junto a las dos cámaras espía encontradas en los vestuarios del polideportivo de Bétera el pasado 7 de mayo, donde se almacenaban las grabaciones, la Guardia Civil también pudo comprobar cómo aparece el propio acusado colocando las mismas vestido con un polo de color azul. Al parecer, el detenido fingía ser empleado del servicio de mantenimiento de las instalaciones deportivas para no levantar sospechas si alguno de los menores lo sorprendía en los vestuarios.

La «Operación Betenasa» ha permitido identificar y detener a la persona que aparecía en dicha grabación colocando los dispositivos. Asimismo, fuentes de la Guardia Civil sostienen que hay contabilizadas unas 40 denuncias presentadas por los padres de los menores que aparecen en algunas de las grabaciones.