Un hombre de 43 años ha sido detenido tras confesar que mató el miércoles en su casa del casco viejo de Vitoria a una mujer de 60 años, con la que no mantenía una relación sentimental, y que posteriormente la descuartizó y arrojó los restos al río, parte de los cuales fueron localizados ayer.

El departamento vasco de Interior precisó ayer que el detenido, de 43 años, ha reconocido a los agentes que la víctima, una mujer de 60 años, era conocida suya y, al parecer acudía ocasionalmente al domicilio de la calle Nueva Dentro del casco medieval de Vitoria donde vivía el presunto asesino.

El arrestado confesó también que descuartizó el cuerpo de la víctima con una sierra y que llevó los restos al río Zadorra en sucesivos viajes, metidos en una maleta, entre el jueves y el sábado pasados.

El presunto asesinato de esta mujer se conoció ayer, después de que el lunes, poco antes de las ocho de la tarde, un allegado al detenido llamara a la Ertzaintza para informar de un posible homicidio en una vivienda de Vitoria. Una patrulla se dirigió de inmediato a ese piso, ubicado en el portal número 14 de la calle Nueva Dentro, en el casco antiguo, y tras contactar con el inquilino del inmueble, un hombre de 43 años, éste reconoció los hechos.

Según confesó a los agentes, asesinó a esta mujer de 60 años, que era una conocida suya, durante la noche del pasado miércoles día 15 en el propio inmueble. Admitió que, tras golpearla con una maceta, le ocasionó la muerte y decidió entonces descuartizar el cuerpo, cortándolo con una sierra, para deshacerse después de los restos arrojándolos al río Zadorra, hasta donde los habría llevado poco a poco durante las siguientes jornadas, entre el jueves y el sábado.

Vecino del barrio de toda la vida

Una pareja explicó a Efe que conocía al presunto homicida porque es «de este barrio de toda la vida» y comentó que el detenido «tenía sus problemas», aunque se mostraron muy extrañados de que pudiera hacer «una cosa así». No obstante, esta pareja dijo no saber quién puede ser la víctima porque sí conocen a «su pareja», una chica de la edad del detenido, que solía «venir a verlo», pero cuya edad no coincide con la de la mujer descuartizada.

Buceadores de la Ertzaintza y miembros de la unidad canina seguían ayer tarde rastreando el río Zadorra para tratar de recuperar más restos humanos como los encontrados en una de las orillas del cauce pasadas las once de la mañana, entre los que figura la cabeza, según El País.

Un juzgado de Vitoria decretó el secreto de sumario y tras esta medida la Ertzaintza anunció que no iba a facilitar más datos sobre la investigación de este macabro caso.