El Tribunal Supremo ha confirmado la absolución de un guardia civil que mató en 2009 en la localidad madrileña de Villamanta a un conductor al que disparó varias veces para evitar que atropellara a otro agente. La familia del fallecido, que padecía trastorno bipolar y sufría un brote psicótico en el momento de los hechos, había recurrido ante el alto tribunal contra la sentencia absolutoria del jurado, confirmada luego por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM). Argumentaban que no pudieron disponer de la transcripción de la conversación que tuvo el guardia con sus mandos, momentos antes de los hechos, y también que no se tuvieron en cuenta informes periciales que apuntaban a que el coche estaba casi parado cuando recibió los tiros. En el auto de inadmisión del recurso de la familia del fallecido, el Supremo razona que la conversación no era relevante ni puede modificar el fallo.