La Policía Nacional ha detenido al dueño de los dos perros que el pasado día 24 de mayo atacaron a una pareja de ciclistas que circulaban por la carretera de las Marinas en Dénia y les causaron lesiones graves por mordeduras. Los agentes le imputan los delitos de lesiones por imprudencia y omisión del deber de socorro. Tras la agresión, el dueño se había dado a la fuga, sin auxiliar a ninguna de las dos víctimas e incluso intentó deshacerse de uno de los perros al que había entregado a una perrera de Elda.

Según la Policía, tras el ataque, el dueño de los animales, que se encontraba en el lugar, llamó a los perros, los cuales inmediatamente interrumpieron la agresión dirigiéndose junto a su amo, quien en lugar de ayudar a los heridos, se dio a la fuga.

Los agentes recibieron aviso de los hechos acudiendo rápidamente al lugar, auxiliando a las víctimas e iniciando las primeras actuaciones para identificar al dueño de los canes. Posteriormente, se inició una investigación por parte de la Brigada de Policía Judicial de Denia, que culminó el pasado jueves con la detención del dueño de los perros, al que se le imputa un delito de lesiones por imprudencia.

El detenido, un joven de 30 años de edad, estaba en el momento de la detención en compañía de uno de los canes que cometió el ataque. El animal quedó bajo supervisión de la Protectora de Animales de Dénia.

Fruto de la investigación policial, los agentes también pudieron averiguar que el autor, inmediatamente después de ocurrir los hechos, se deshizo del otro can, dejándolo en la Protectora de Elda, para evitar levantar sospechas y ser detenido.

Las dos víctimas fueron un hombre de 70 y una mujer de 44 años que circulaban con sus bicicletas cuando se vieron sorprendidos por los animales. La primera víctima fue la mujer y ambos canes arremetieron contra ella ocasionándole lesiones graves en una de sus piernas. Cuando la mujer logró escapar, los perros cruzaron la carretera y atacaron a la segunda víctima, produciéndole mordeduras de gravedad considerable en su brazo izquierdo, llegando incluso a morderle en el casco del ciclista provocando la fractura del mismo. Cuando la mujer fue atacada por los animales fue socorrida por un conductor de autobús, quien utilizando una escoba a través de una ventanilla, golpeó a los perros hasta que la víctima logró zafarse de ellos e introducirse en el autocar. La intervención de este conductor fue considerada determinante para evitar lesiones de mayor gravedad. A continuación los perros atacaron al ciclista de 70 años, que también sufrió graves mordeduras.