La Guardia Civil ha concluido con 13 detenidos la operación contra una red de tráfico de armas en catorce provincias, entre ellas Alicante. Entre los detenidos en Tarragona figura Alejandro Cao de Benós, el español que ejerce como representante no oficial de Corea del Norte en España que luego quedó en libertad. Fuentes de la Guardia Civil aseguran que en Alicante no se han producido detenciones ni incautaciones de armas, solo una inspección administrativa relacionada con la investigación. Los agentes se han incautado de más de 120 armas de fuego y ocho mil cartuchos de diferentes calibres, placas e insignias policiales, entre otros efectos, y han descubierto que la organización utilizaba internet como principal plataforma para adquirir y vender las armas, informa la Dirección General de la Guardia Civil.

Las investigaciones han sido dirigidas por el Juzgado de Instrucción número 3 de Totana (Murcia), que ha decretado prisión provisional para los dos principales miembros de la banda y medidas cautelares para el resto, informa Efe. Los detenidos adquirían en el extranjero armas de fuego detonadoras que no cumplen los estándares europeos de seguridad, que posteriormente manipulaban para poder dotarlas de la capacidad de disparar y efectuar fuego real.

Estas detenciones se han llevado a cabo en el marco de la operación Vulpes en la que ha sido desmantelada esta banda dedicada a la adquisición y venta de armas de fuego y detenidos sus integrantes a los que se les imputa delitos de tenencia ilícita y depósito de armas y munición y tráfico de drogas.

La Guardia Civil recuerda que estas armas detonadoras transformadas están prohibidas al ser el resultado de la modificación de sus características esenciales de fabricación, por lo que su tenencia y comercio están penados.

El cabecilla de la organización residía en Murcia e introducía ilegalmente las armas en España en paquetes postales y al no estar registradas en las bases de datos nacionales podían ser desviadas al mercado negro.

El resto de los detenidos son compradores de estas armas prohibidas, algunos de los cuales a su vez se dedicaban a traficar con ellas.

A varios arrestados, además de las armas referidas, se les ha intervenido otras también prohibidas como bolígrafos-pistola, pistolas eléctricas tipo láser y otras del sistema flobert que poseían ilegalmente sin las licencias necesarias.

También han sido desarticulados dos talleres clandestinos en las que convertían las armas detonadoras en armas de fuego.

Durante el registro de la vivienda de uno de los detenidos residente en la localidad barcelonesa de Santa Perpetua de Mogoda se ha encontrado una plantación interior de marihuana y se han incautado veinte plantas así como los materiales y utensilios para su cultivo.

La Guardia Civil ha advertido de que la adquisición de las armas detonadoras con el fin de transformarlas para hacer fuego real se encuentra en auge en el ámbito internacional debido a su bajo precio, que para su adquisición no es necesario permiso o licencia y que su modificación en fácil.

Estas circunstancias hacen que las armas sean adquiridas tanto por pequeños delincuentes como por grupos de crimen organizado y terroristas.

La operación Vulpes se inició el año pasado al ser detectadas compras de armas detonadoras en el extranjero por ciudadanos españoles y culminó el martes pasado con la realización de catorce registros.

Se han incautado 120 armas cortas entre pistolas y revólveres, otras tres artesanales, cuatro tipo Taser siete silenciadores, ocho mil cartuchos, pólvora, piezas y accesorios, herramientas y manuales para manipular y fabricar armamento, documentación, ordenadores y placas e insignias policiales.

La operación ha sido llevada a cabo por el Servicio de Información de la Guardia Civil con el apoyo de las comandancias de este Cuerpo en Albacete, Murcia, Alicante, Almería, Córdoba, Madrid, Barcelona, Tarragona, Huesca, Málaga, A Coruña, León, Vizcaya y Zaragoza.