La Audiencia Provincial de Alicante juzgó ayer a cuatro acusados de apropiarse indebidamente de un patrimonio de casi 3,2 millones de euros de un tío suyo, un empresario de Agost ya fallecido. Los procesados, que se enfrentan a penas de seis años y seis meses de cárcel, aseguraron ayer que todo lo que hicieron fue legal, tanto las operaciones realizadas con los poderes otorgados por su tío como con las autorizaciones que les firmó con posterioridad.

El empresario otorgó en julio de 2007 un poder general a sus cuatro sobrinos para la administración y disposición de su patrimonio, ya que no tenía hijos y quería que fueran sus herederos. Según la acusación del fiscal, en diciembre de 2007 falleció la mujer y según la adjudicación de la herencia le correspondían al viudo 474.000 euros.

En julio de 2008 el empresario se casó de nuevo a los 90 años y los sobrinos, según el ministerio público, se pusieron de acuerdo para realizar diversas operaciones con el fin de traspasar a su patrimonio el dinero y propiedades de su tío. Para ello se valieron del apoderamiento general y cuando se lo revocaron hicieron también operaciones mediante autorizaciones particulares de su tío.

Entre las operaciones objeto de la acusación figura la «autocompra» de tres viviendas en Agost por un precio de 166.000 euros y la donación de 2,7 millones de euros en participaciones sociales que el empresario tenía en una mercantil.