La Audiencia de Potsdam (junto a Berlín) abrió ayer, entre fuertes medidas de seguridad, el juicio contra un presunto pederasta, acusado del doble asesinato por las muertes de Mohamed, un refugiado bosnio de cuatro años, y Elias, de seis.

El acusado, de 33 años e identificado como Silvio S., compareció ocultándose el rostro ante las cámaras, que de acuerdo a la práctica alemana sólo pudieron permanecer en el interior sala en los minutos previos a la apertura de la vista. El juez de la Audiencia tuvo que pedir repetidamente silencio e imponer orden, ante los murmullos y algún grito o insulto procedente de los asistentes al juicio, mientras que el propio procesado se negó a pronunciarse sobre los cargos que se le imputan.

En caso de ser declarado culpable, al acusado le podría recaer una pena a cadena perpetua por haber dado muerte a los dos niños tras secuestrarlos y abusar de ellos.