La Audiencia de Alicante sentó ayer en el banquillo a cinco personas, entre ellas dos guardias civiles y dos detectives privados, por narcotráfico y planear también el secuestro de otro individuo para tratar de recuperar un kilo de cocaína que les habían robado.

Los hechos ocurrieron en Alicante entre noviembre de 2007 y enero de 2008 cuando uno de los acusados adquirió una partida de 20 kilos de cocaína para venderla.

Esta persona le dejó la droga a otro hombre para que se la guardara pero éste desapareció con el alijo, por lo que el primer acusado adquirió una deuda de 645.000 euros con los suministradores primarios de la mercancía.

Ante esta situación, el acusado contactó con dos detectives privados para encargarles que recuperaran el dinero o la mercancía mediante el secuestro o la intimidación del hombre que había huido con la droga o algún miembro de su familia, según el escrito de acusación de la Fiscalía.

Igualmente, acordó con dos guardias civiles en activo que colaboraran en este plan a cambio de 3.000 euros, de acuerdo con la versión del Ministerio Público, que pide para los cinco procesados penas que oscilan entre los dos y los tres años y medio de cárcel por tráfico de drogas, conspiración para detención ilegal y cohecho. El fiscal mantuvo las penas que reclamaba para todos ayer al final de la vista oral.

El juicio quedó vista para sentencia ayer por la tarde. Buena parte de la mañana se dedicó a analizar las cuestiones previas planteadas por los abogados para tratar de anular la investigación, que se apoyaba en las escuchas telefónicas.

Todos los acusados negaron ayer en el juicio su implicación en los hechos y defendieron su inocencia.