Un juzgado de lo Penal sentó ayer en el banquillo a un joven acusado de colarse por la ventana en un bungalow de El Campello y meterse en la cama con la dueña, que estaba durmiendo. Según relata el escrito de acusación, la mujer despertó al notar que le rozaban los muslos y, en un primer momento, pensó que era su gata. Cuando notó el teléfono móvil del acusado se dio cuenta de la situación y empezó a gritar. La fiscal le pide penas que suman dos años y un mes de cárcel por allanamiento de morada y abuso sexual.

Los hechos ocurrieron a las cinco de la madrugada del 30 de julio de 2014 en El Campello. El acusado, que está defendido por el abogado Aitor Esteban Gallastegui, alega que regresaba de fiesta y había quedado con una amiga aquella noche. Según su versión, tras llamarla por teléfono y tenerlo ella apagado, optó por meterse por la ventana. Sin embargo, se equivocó de casa y se metió en la de los vecinos. Cuando vio que la mujer se puso a gritar y que el marido salió tras él, se asustó y saltó por la ventana, pero los habitantes del bungalow le atraparon porque se torció un tobillo en la caída. El joven presentó al juicio como testigo a la chica con la que decía haber quedado esa noche, que confirmó dicha versión.