La Policía de Roma pidió ayer a los ciudadanos que denuncien cualquier suceso «extraño» que presencien en la calle, después de que una joven fuera quemada viva el domingo por su exnovio sin que nadie respondiera a sus peticiones de auxilio.

El suceso se produjo durante la noche del domingo, cuando Vincenzo Paduano, de 27 años, asesinó a su exnovia, Sara di Pietrantonio, de 22, después de seguirla por una carretera del barrio romano de Magliana. Así lo ha confesado a los agentes el propio Paduano quien, de acuerdo a la primera reconstrucción de los hechos, obligó a la joven a detener su vehículo en esta vía para después rociarle con una sustancia carburante y prenderle fuego.

Sara logró bajar de su coche antes de que se viera envuelto por las llamas, si bien fue finalmente alcanzada por su exnovio, que la bañó igualmente con dicha sustancia y la quemó viva a doscientos metros del vehículo. Al parecer la joven pidió auxilio a los coches que transitaban por la carretera, pero estos no detuvieron el paso.

«La chica, antes de ser alcanzada por su asesino, trató de pedir ayuda a los automovilistas, pero ninguno se paró. Si alguno se hubiera detenido, Sara aún estaría viva», lamentó hoy la fiscal sustituta de Roma, Maria Monteleone, en una rueda de prensa. Los conductores han declarado que no comprendieron que la joven pedía socorro, informaron los medios.

Por otra parte, la Policía Nacional ha detenido a un individuo de 29 años en Alcantarilla (Murcia) por dar una paliza a su novia y retenerla en casa gracias a que la víctima dio la voz de alarma a una amiga a través de un mensaje de texto de Whatsapp, en el que le decía que su pareja le había «reventado a palos» y que no la dejaba salir para que no denunciara. En concreto, la amiga recibió un mensaje en el que la víctima le decía que su novio la había «reventado a palos» y que llevaba la cara «destrozada». La amiga acudió a una comisaría para denunciar el caso y la Policía detuvo al agresor.

Asimismo, la Policía investiga otro posible caso de violencia de género en la provincia de Castellón, donde una joven de 21 años ha sido ingresada en un hospital con heridas de arma blanca y contusiones por golpes.