La violencia machista se cobró ayer otra víctima en Mallorca. Lucía Patrascu, una mujer rumana de 46 años, murió al ser acuchillada por su exmarido, Ioan C., de 57, en su piso del Port de Pollença. El hombre le asestó al menos cuatro puñaladas en el pecho y la espalda en el balcón del domicilio. Al parecer, él había ido a buscar sus pertenencias a la vivienda, de la que ella le echó hace unos días.

La brutal agresión fue presenciada por un hijo de la pareja que dormía en una de las habitaciones y varios vecinos. El asesino, que no tenía antecedentes por violencia de género, dejó a la víctima malherida en la terraza y, cubierto de sangre, bajó a la calle para entregarse a la primera patrulla que llegó, de la Policía Local. La Guardia Civil ha asumido la investigación del crimen, el tercero de violencia machista registrado en lo que va de año en Mallorca, y trata de aclarar ahora si se produjo una discusión previa o el ataque fue por sorpresa.

Hacia las once menos cuarto de la mañana la mujer salió al balcón de su vivienda, en el segundo piso del número 86 de la calle Verge del Carme, en la segunda línea del Port de Pollença. La víctima pidió auxilio a gritos y los vecinos que en ese momento pasaban por allí vieron cómo tras ella salía el hombre, armado con un cuchillo. Según los testigos, la tiró al suelo a golpes y luego le asestó cuatro puñaladas, la primera en la espalda y el resto en el pecho.

Varios vecinos contemplaron la escena horrorizados, alertaron a los servicios de emergencias y subieron a la vivienda para atender a la mujer. El hombre, mientras tanto, se sentó frente al portal del edificio y fue detenido sin oponer ninguna resistencia por la Policía Local de Pollença, que lo entregó después a la Guardia Civil. Los testigos y los servicios sanitarios del Ib-Salut intentaron reanimar a la víctima durante más de una hora, pero solo pudieron confirmar muerte. Los hechos fueron comunicados al juzgado de guardia de Inca.

La Policía Judicial y especialistas del Laboratorio de Criminalística del instituto armado llevaron a cabo una inspección ocular de la escena del crimen en presencia de la magistrada y una médico forense, que realizó un primer examen del cadáver.