Las sospechas policiales sobre la causa de la muerte le hicieron saltar las lágrimas. «No se ha suicidado. Eso es imposible, no puede ser. Lo juro por mis hijos», aseguró dando rienda suelta al llanto. «Ha tenido que ser un accidente, no puedo pensar en otra posibilidad», clamó. El fallecido nunca mostró tendencia suicida alguna. Además, este amigo dijo que «no tenía ningún problema, había comenzado a trabajar en Sanitas y estaba superfeliz con su novia, estaban muy enamorados los dos. Ella tiene además muy buen trabajo. Él era una chaval alegre de verdad», aseguraba este hombre.