A las 7.05 horas de la mañana del sábado, un grupo de amigos se subió a un tren en la estación de Chamartín, en Madrid, con destino Gijón para celebrar una despedida de soltero, como tantos otros jóvenes de otras provincias que eligen esta ciudad para esa celebración. Lo que iba a ser una fiesta para recordar se tornó en una pesadilla. Pasadas las ocho de la mañana de ayer domingo, F. C. V. P., madrileño de 34 años, el novio al que los amigos iban a agasajar, falleció tras precipitarse desde el quinto piso -el último- del hotel Begoña, en el centro de la ciudad.

La despedida de soltero había comenzado ya en el tren. La víctima de este trágico suceso iba disfrazado de uno de los personajes de la película de animación «La Bella y la Bestia», con una levita azul, chorreras en las mangas y peluca blanca. Tras dejar sus pertenencias en el vagón número 9, se desplazaron hasta la cafetería del tren para comenzar a brindar con cerveza. Allí, varios de sus amigos bromearon además con algunos de los pasajeros acerca del fútbol y del partido del Sporting de Gijón, para el que desearon ya no sólo la victoria, sino también la permanencia del equipo rojiblanco, según relató un viajero que compartió con el grupo unos minutos en la cafetería.

Acompañaba al grupo, G. C. V. P., hermano de la víctima, que tras el trágico suceso, precisó de atención sanitaria, presa de una crisis de ansiedad. Habían aprovechado que en Madrid se vive un largo fin de semana por la festividad de San Isidro, patrón de la capital, que por caer en domingo se celebraba ayer lunes. Hasta el deceso, la estancia en Gijón había resultado de lo más entretenida.

Así lo narró el novio a través de las redes sociales. «Madre mía, de despedida en Gijón. ¡Con los mejores! Muchas gracias, chavales», señaló en un comentario al que añadió una foto ataviado con el disfraz para la despedida. A tenor de la versión de algunos testigos, la víctima, nacida en abril de 1982, se encontraba sola en la habitación cuando ocurrieron los hechos. Con la llegada de la Policía Local y la Nacional a la escena del suceso, los agentes accedieron al interior del hotel y se dirigieron raudos a las habitaciones de sus acompañantes del joven madrileño, según relataron estupefactos otros huéspedes del hotel donde se dieron cita, al menos, otros cuatro grupos que celebraron este fin de semana en Gijón sus despedidas de solteros.

El cuerpo del fallecido yacía en una vía lateral al complejo hotelero, la calle Diecisiete de Agosto, desde poco después de las ocho de la mañana. «Sonó como el accidente entre dos coches chocando». Así describió una testigo el estruendoso ruido que provocó la caída del joven a la calzada.

Fue esta mujer quien nada más percatarse de la gravedad del accidente alertó a los servicios de emergencia. Poco más de diez minutos después, se personaron a las puertas del hotel varios agentes de la Policía Local, que cortaron el tráfico en la calle, y miembros de los servicios sanitarios, que se encontraron al joven madrileño tendido en el suelo, junto al bordillo de la acera, en un charco de sangre, con su móvil al lado. No pudieron más que certificar su defunción.

Otras personas alojadas en el hotel que a esa hora iban a abandonarlo no daban crédito a la tragedia. «Estuvimos con ellos por la noche, les vimos salir y vimos cómo habían disfrazado al novio. Pobre chico, es una pena muy grande», relató una mujer de un grupo de turistas de Valladolid. Había quien se refería a lo difícil de imaginar una caída involuntaria dado el diseño de las ventanas de las habitaciones, con un cristal fijo de buena altura. Según ha podido saber este periódico, el joven y sus amigos tenían previsto regresar domingo a Madrid, donde en la estación estaría esperándole su pareja sentimental, que responde a las iniciales P. R. G. Habían previsto casarse el 11 de junio, y ayer nadie era capaz de poner explicación al suceso.

Una vez el juez de guardia autorizó el levantamiento del cadáver, poco antes de las nueve de la mañana, los restos mortales del joven madrileño fueron trasladados hasta el Instituto de Medicina Legal de Oviedo, donde se le practicó la autopsia. Al poco de conocer el fatal desenlace, la familia del fallecido se desplazó a Gijón para realizar los trámites pertinentes y tratar de agilizar el traslado a Madrid para celebrar un velatorio en la más estricta intimidad.

El traslado del cadáver de F. C. V. P. a la capital tuvo lugar ayer por la mañana.