El cadáver del empresario apareció en un incendio envuelto en un edredón en la partida Azagador de Benidorm, aunque no pudo ser identificado hasta un año después. Las acusaciones creen que los acusados dieron por muerta a la víctima y se llevaron el cuerpo a un descampado para quemarlo. Sin embargo, aún vivía y las llamas acabaron con su vida Las defensas inciden en que no hay pruebas ni de cómo llegó hasta allí el cuerpo ni de que usaran acelerantes en el fuego. J. A. M.