Las fronteras no existen para los defraudadores. Las autoridades de Hungría han detenido a un fugitivo que llevaba siendo buscado más de seis años para responder ante la Justicia por un presunto fraude fiscal cercano a los dos millones de euros, según confirmaron a este diario fuentes cercanas al caso. Un juzgado de Alicante tenía vigente una Orden de Detención Europea contra él desde que en 2010 quedó patente que se había marchado del país y el juzgado abrió diligencias para investigar el supuesto fraude a la Hacienda Pública.

El empeño de la Agencia Tributaria en mantener la búsqueda internacional del reclamado y pedir su extradición ha sido determinante para su localización en Budapest. El fugitivo es un empresario de origen ruso al que el fisco reclamaba los impuestos correspondientes al IVA y al Impuesto de Sociedades por varias operaciones de venta de parcelas en el año 2006. Las multas a las que el reclamado tendría que hacer frente en caso de una condena por fraude fiscal oscilarían entre los cinco y los quince millones de euros. Los hechos podrían ser constitutivos de un delito de fraude fiscal penado con entre uno y cinco años de cárcel.

El reclamado es el administrador único de la empresa investigada, que se dedicaba a la compraventa de terrenos. Durante 2006, la mercantil adquirió varias fincas, tanto rústicas como urbanizables que cambiaron de propietario ese mismo año. Algunas de ellas se compraron y se vendieron el mismo día. El coste total de las ventas ascendió a un total de 3.598.000 euros pero se vendieron por 6.999.215, es decir, la operación supuso un beneficio para la mercantil de casi 3,5 millones de euros. En el caso de una de las fincas vendidas en el mismo día la plusvalía que generó la operación era cercana al millón y medio de euros.

Según los cálculos de la Agencia Tributaria, por el Impuesto de Sociedades se tendría que haber pagado 1.398.486 euros por dichas operaciones; a lo que se añaden otros 543.394 euros por el IVA. Sin embargo, ni se presentó declaración por estas operaciones, ni se ha ingresado al fisco cuota alguna. La investigación apunta a que los beneficios obtenidos por estas operaciones fueron transferidos a cuentas bancarias de Suiza y el Reino Unido.

A partir del año 2007, se empezaron a notificar las actuaciones al domicilio de la empresa pero se encontraron con que la dirección facilitada no se correspondía con la realidad. Por este motivo, se intentó hacer la notificación a través de edictos publicados en el Boletín Oficial del Estado (BOE). En el año 2008, el reclamado llegó a designar a un representante para que consultara lo que se había abierto contra él. A partir del año 2010 es cuando se emite la orden internacional de búsqueda y detención, ante la evidencia de que se había marchado del país.

Aunque a la hora de dictar la orden, las miradas estaban puestas en Suiza, ha sido finalmente en Hungría donde el hombre pudo ser capturado al tener las autoridades del país constancia de la orden internacional de detención que pesaba contra él. La reclamación se ha mantenido sabiendo que el empresario se movía frecuentemente por otros países a causa de su actividad y sus negocios.

El juzgado le ha citado a declarar en calidad de investigado (anteriormente imputado) a finales del próximo mes de junio. Va a ser la primera vez que preste declaración desde que se abrieron las diligencias en el año 2010. Las fuentes consultadas por este diario señalaron que, en caso de no comparecer, se volvería a dictar la orden de detención, hecho que podría dificultar sus movimientos a través de Europa, ya que se expondría a ser detenido cada vez que llegue a un nuevo país.