Los cadáveres del exdeportista olímpico Peter David Tarsey y su esposa Jean Ellen Tarsey, ambos de 77 años, aparecieron sentados en el sofá con un disparo en la cabeza cada uno en su vivienda de Xaló hace poco más de 15 meses, el 29 de marzo de 2015. El misterio sobre el asesinato de este matrimonio de jubilados británico se mantuvo durante seis meses hasta que en septiembre la Guardia Civil logró identificar y detener al presunto autor. Driss D., de 65 años, era un conocido de la pareja desde hacía años que frecuentemente iba a casa de éstos a realizar trabajos domésticos y confesó que mantuvo con la pareja una violenta discusión que desembocó en el trágico crimen. El caso ya ha llegado a la Audiencia Provincial para que sea juzgado por un jurado popular.

La Fiscalía le reclama penas que suman 42 años de prisión por dos delitos de asesinato y por tenencia ilícita de armas, según el escrito de acusación al que ha tenido acceso este diario. Las fuentes consultadas por este diario señalaron que la vista oral aún no tiene fecha pero podría celebrarse antes de este verano.

El Ministerio Público sostiene que el 26 de marzo entre las 15 y las 16 horas el acusado mantuvo una fuerte discusión con Peter David. El procesado regresó a su casa, una autocaravana en una parcela próxima, y regresó armado con una pistola. Según la acusación, la discusión se retomó y fue entonces cuando el acusado sacó la pistola de manera sorpresiva y disparó en la cabeza a la mujer, que se encontraba sentada en el sofá, ajena a la discusión y sin posibilidad de poder reaccionar. El marido se giró hacia ella con la intención de protegerla y recibió un disparo en la nuca, sin posibilidad alguna de poder defenderse. Los dos murieron de manera instantánea y los cadáveres no fueron encontrados hasta tres días después por un amigo de la familia extrañado por el tiempo que llevaba sin verles.

La Guardia Civil pudo determinar la identidad del sospechoso tras meses de investigación al descartar que el móvil del doble crimen fuera el del robo y centrar sus pesquisas en el entorno de las víctimas. En el registro en la autocaravana en la que vivía el acusado, los agentes encontraron la pistola con la que se habrían cometido los asesinatos y para la que éste no tenía licencia. La investigación concluyó que el presunto asesino disparó contra la mujer para no dejar testigos del crimen del marido y que el matrimonio no tuvo posibilidad alguna de defensa. Por este motivo, el fiscal reclama una pena de veinte años de cárcel por cada asesinato. A estos delitos hay que añadir otro de tenencia ilícita de armas por el que se reclaman otros dos años más. Asimismo, el fiscal solicita que el acusado indemnice con 150.000 euros a cada uno de los dos hijos del matrimonio por los daños morales. El Ministerio Público ha reclamado además que se abran dos piezas separadas para el procesado por presuntos delitos de tráfico de drogas, al hallarse marihuana en su casa, y otro por un delito contra la seguridad vial.

El matrimonio asesinado llevaba veinte años residiendo en este municipio de la Marina Alta y disfrutando de su jubilación. Peter David Tarsey fue saltador de trampolín y en 1956 llegó a participar en las Olimpiadas de Melbourne. El presunto asesino llevaba una vida bohemia, viviendo en una caravana y dedicado a la escultura y mantenía una estrecha amistad con sus víctimas.