La Guardia Civil ha detenido a 10 personas en diferentes localidades de las provincias de Madrid y Toledo, por su supuesta implicación en el secuestro y asesinato, hace dos años, de José Luis Vázquez Escarpa, de 50 años de edad, empresario del sector de la recuperación de metales.

Según ha informado el Instituto Armado, el secuestro tuvo lugar el pasado 7 de mayo de 2014 en el polígono industrial "San Gil" de Illescas (Toledo), lugar donde la víctima fue raptada previa simulación de una cita por motivos laborales. Los captores obtuvieron de la familia un botín de 80.000 euros en concepto de rescate, si bien, en lugar de liberar a la víctima, acabaron con su vida tal y como habían planificado con antelación.

Tras haber pagado el 'rescate' sin conseguir la liberación de la víctima, la familia denunció los hechos ante la Guardia Civil, que dio inicio a la investigación llevada a cabo por agentes de la Sección de Homicidios, Secuestros y Extorsiones de la Unidad Central Operativa (UCO) de este Cuerpo, en apoyo a la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de Toledo.

La investigación ha mostrado que los detenidos, que habían urdido una minuciosa planificación del secuestro, tienen en su haber otros delitos, entre ellos contra la salud pública (tráfico de drogas), tenencia ilícita de armas, extorsión, amenazas y pertenencia a organización criminal.

De hecho, el líder de esta trama, vinculado a grupos radicales asistentes a eventos deportivos, es un conocido sicario con antecedentes por homicidio, tenencia ilícita de armas, robo con violencia, contra la salud pública, lesiones, amenazas y extorsiones.

Planeaban otro asesinato

Las detenciones de estas personas se precipitaron cuando los investigadores constataron que estaban planeando un nuevo asesinato previo secuestro de la víctima, un crimen similar al que dio origen a las investigaciones. Los detenidos tenían ya seleccionada a la víctima y su secuestro iba a ser inminente. Tenían la intención de descuartizar a la víctima y hacerla desaparecer; por ello, los investigadores de la Guardia Civil intervinieron inmediatamente, desmantelando la organización en una operación bautizada como 'Cadmio'.

La investigación es dirigida por el Juzgado de Instrucción número seis de Illescas (Toledo), donde se continúa con la instrucción de la causa.