La Audiencia de Alicante ha condenado a un año de cárcel a un agente aduanero acusado de haberse quedado con 75.848 euros que le entregó una empresa para pagar los arenceles, según la sentencia hecha pública ayer. El tribunal le considera culpable de un delito de apropiación indebida, aunque le aplica una atenuante por reparación del daño al haber devuelto el dinero. Los hechos ocurrieron a comienzos de 2010 después de que una empresa de transporte internacional de mercancías contratara al acusado para pagar los arances a la Agencia Tributaria. El procesado admitió que había tenido que usar el dinero a otros fines distintos al verse apretado por las deudas y que se comprometió a devolverles todo el dinero, algo que hizo.