Sin ira ni ánimos de venganza. Los 243 guardias civiles muertos en España en actos terroristas tienen todo el derecho al recuerdo y desde ayer se expone en la Diputación de Alicante la muestra «La Guardia Civil frente al terrorismo: por la libertad, por las víctimas». La exposición, que será inaugurada oficialmente esta mañana por el director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, supone un reconocimiento a las víctimas del terrorismo y a sus familias.

En un recorrido visual por la lucha contra el terrorismo y la sangre derramada por los agentes de la Benemérita se hace un especial homenaje a siete agentes nacidos en la Comunidad Valenciana -tres de ellos en la provincia de Alicante- que fueron asesinados en actos terroristas.

También hay un merecido recuerdo a las víctimas de los atentados de ETA contra los cuarteles de Santa Pola y Mutxamel, que costaron la vida a cinco personas, entre ellas Silvia Martínez Santiago, una niña de 6 años hija de un guardia civil.

Una de las fotografías incluidas recoge el rostro de los 243 héroes anónimos que dieron su vida en la lucha permanente de la Guardia Civil por conseguir una sociedad mejor. José Antonio Pardines Arcay fue el primer guardia muerto en atentado el 7 de junio de 1968, mientras que las dos últimas víctimas mortales en la Benemérita fueron Diego Salva Lezaún y Carlos Sáenz de Tejada García, asesinados el 30 de julio de 2009.

La Fundación Guardia Civil ha incluido en la muestra varias armas incautadas en las múltiples operaciones para desarticular comandos de ETA. Una de ellas es un lanzamisiles al que se colocó un microchip de rastreo que permitió realizar un seguimiento y capturar a la cúpula de la organización terrorista.

La exposición permanecerá abierta en la Diputación de Alicante hasta el próximo día 28.