Un juzgado de lo Penal de Alicante ha condenado a dos años de prisión a una mujer acusada de abusar de un discapacitado psíquico en los lavabos de un bar de La Vila Joiosa, según la sentencia a la que ha tenido acceso este diario. El juez considera probado que la acusada se encerró con la víctima, que era además era menor de edad, en el baño donde le masturbó y posteriormente ese mismo día le enseñó los pechos en la vía pública tras encontrárselo por la calle. La procesada deberá indemnizar además a la víctima con 2.000 euros por los daños morales. El fallo ha descartado que otra mujer que se sentó en el banquillo por estos mismos hechos, defendida por el letrado Salvador Moll, participara en ellos por lo que la absuelve.

Los hechos ocurrieron el 5 de junio de 2012 en el interior de un bar de La Vila Joiosa, donde la acusada invitó a un refresco al menor que se encontraba en la barra. El joven padecía una minusvalía psíquica del 41%. El fallo declara probada que la acusada se metió en el lavabo con el menor, aprovechando que éste había entrado y en el interior le invitó a masturbarse, algo a lo que él se negó. La mujer le bajó ella misma los pantalones y empezó a tocarle sus partes íntimas y acabó masturbándole, aunque sin terminar. Horas más tardes, la acusada se encontró al menor en una calle de la localidad, donde le exhibió los pechos y le exigió que le mostrara su miembro viril. En este segundo incidente se acusaba a la otra implicada de haber intervenido, pero el juez no lo ha considerado probado.

Las dos mujeres en el juicio negaron los hechos y achacaron la denuncia a un incidente previo que había tenido la familia de la víctima con ellos. Las defensas además cuestionaron la credibilidad del menor al encontrar diversas contradicciones en su testimonio. El juez indica que sobre estas supuestas incoherencias hay que tener en cuenta tanto la discapacidad de la víctima, como el hecho de prácticamente habían transcurrido cinco años y medio desde la denuncia hasta la fecha del juicio. A pesar de todo, el magistrado Joaquín Coromina considera que pese a estas lagunas el menor, que declaró protegido con un biombo para no tener contacto visual con las acusadas, dio datos minuciosos sobre cómo ocurrieron los hechos. Asimismo, considera que los peritos dieron credibilidad al relato de la víctima. El juez valora además las declaraciones de dos testigos imparciales que se encontraban en el interior del establecimiento, que dan datos que corroboran el relato del menor sobre lo ocurrido. Los guardias civiles que investigaron los hechos apuntaron a que la acusada tenía intención de reirse de la víctima con estos abusos sexuales.

La sentencia no es firme y sobre ella cabe recurso ante la Audiencia Provincial.