Una mujer falleció en su piso de la calle Lepanto de Vigo a raíz de un accidente doméstico que sufrió en su domicilio al resultar golpeada por una cama abatible. Un allegado preocupado ya que no tenía noticias de ella ni abría la puerta de la vivienda fue el que dio la alerta, a última hora de la noche del pasado domingo. Además de efectivos policiales, al lugar se trasladaron los bomberos, que informaron de que recibieron el aviso en torno a las 23.40 horas. Una vez en el piso hallaron a esta vecina muerta. Al parecer el siniestro se habría producido cuando iba a colocar una cama de las que se pliegan contra la pared que, sin que hayan transcendido más datos, se le habría venido encima, causándole un fuerte golpe en la cabeza y quedando parcialmente atrapada.

El cadáver de la mujer fue trasladado por un furgón fúnebre al Hospital Nicolás Peña de Vigo para la realización de la autopsia. Este caso ocurrió en una semana que ha sido especialmente trágica en la ciudad, ya que entre el pasado martes 5 de abril y este mismo lunes, un período de solo siete días, se registraron un total de 13 fallecimientos por accidentes de distinta índole, caídas al vacío o muertes naturales, casos de los que se dio cuenta al juzgado que estaba de guardia, en este caso el de Instrucción 1, y en los que hubo que realizar autopsia. En ninguna de estas muertes había signos de violencia, pero en todas ellas, por sus características, fue preceptiva esta prueba forense.

Un hombre de 83 años que se precipitó desde lo alto de la estación de tren de Urzáiz, una mujer que se cayó (en este caso este lunes) desde un edificio en la avenida de Castelao o un hombre que falleció en el hospital tras golpearse al caer cuando trabajaba en un jardín son tres de los casos. También en este período se halló el cadáver entre la basura de su casa del vigués afectado por síndrome de Diógenes y pereció un obrero al caer de un andamio en un edificio de la calle Arquitecto Pérez Bellas.

Otros casos son, además de la mujer muerta golpeada por una cama abatible, el de un paciente de un centro psiquiátrico que perdió la vida por asfixia al atragantarse mientras comía, el de un hombre hallado muerto en su casa de Vigo u otro, en su vivienda de Val Miñor.