El magistrado de la sección 3 de la Audiencia de Cádiz, Miguel Ángel Ruiz, ha condenado a 13 años de cárcel por un delito de homicidio a una mujer que dejó morir a su madre, diabética, sordomuda y postrada en una cama tras una operación quirúrgica, y cuyo cadáver se halló en abandono extremo.

En la sentencia, hecha pública días después de que un jurado popular que ha juzgado el caso encontrara a la mujer, residente en Cádiz, culpable de abandono y malos tratos, el magistrado recoge el agravante de parentesco «por resultar especialmente odioso el vínculo biológico entre la autora de la acción homicida y la víctima».

Sin embargo, según el texto, el juez la absuelve del delito de maltrato habitual en el ámbito familiar del que también venía siendo acusada por el Ministerio Público, si bien la pena de prisión impuesta es «de efectivo cumplimiento» y no podrá ser suspendida. En su sentencia, el magistrado ha tenido en cuenta la «absoluta falta de indefensión que tenía la víctima frente a la conducta omisiva de su hija» quien no la privó «de sufrimientos múltiples y prolongados en el tiempo, incluida una larga y dolorosa agonía».

Según la autopsia, la mujer sufrió varios infartos los días previos a su muerte por los que no recibió asistencia médica lo que evidenciaron los signos externos de ahogo. También considera probado que la condenada era consciente del estado de su madre pese a lo cual no pidió ayuda a los servicios médicos, dejando de asearla y alimentarla «durante varios días hasta su fallecimiento». La causa inmediata de la muerte fue una insuficiencia cardíaca causada por desnutrición.