Un agente financiero de Alicante acusado de estafar cerca de medio millón de euros a once inversores ha negado hoy durante el juicio que quisiera engañarles y se ha escudado en la crisis económica para justificar que no pudiera devolverles el dinero, según han explicado a Efe fuentes judiciales.

El procesado, F.J.V.G., se enfrenta provisionalmente a una petición de la fiscalía de cuatro años de prisión y el pago de una multa.

También están acusados en esta causa otros tres sospechosos, uno de ellos hermano de F.J.V.G.

Sin embargo, el agente financiero procesado les ha exculpado en la primera sesión de la vista oral, que se celebra en la sección tercera de la Audiencia de Alicante, al asumir la responsabilidad de todas las operaciones comerciales.

Los hechos ocurrieron entre enero de 2006 y abril de 2007, cuando F.J.V.G. firmó siete contratos de préstamo con varios inversores, entre los que había cuatro matrimonios, y recibió de éstos unos 500.000 euros en total a cambio de intereses que oscilaban entre el 20 % y el 30 %.

Según la fiscalía, el empresario "no ha devuelto ninguna de las cantidades reclamadas y no hay constancia de que fuera a destinarlas a inversión efectiva o actividad comercial, empresarial o productiva real que permitiera atender los compromisos asumidos y pactados de pago de intereses y devolución de capital".

F.J.V.G. acumula múltiples antecedentes por estas actividades financieras y ha sido condenado en tres ocasiones, en otras tantas sentencias firmes, a penas que suman seis años y diez meses de cárcel.

Su hermano procesado, J.V.G., también tiene varias causas pendientes de juicio por sus gestiones en la sociedad, entre ellas la que juzga desde hoy la Audiencia, pero se encuentra huido de la Justicia.

La fiscalía sostiene que estos hermanos crearon un tinglado financiero que funcionaba como una estafa piramidal, pues no reinvertían el dinero que les entregaban los inversores en actividades productivas reales, sino que lo usaban presuntamente para pagar los intereses pactados con otros clientes "o bien lo aprovechaban para sí".

F.J.V.G. y su empresa captaban a los perjudicados por la "solvencia" que aparentaban, ya que aparecían en los medios de comunicación como patrocinadores de "equipos y torneos deportivos", según la acusación pública.