La Audiencia de Alicante ha suspendido el juicio que tenía señalado para la semana que viene por un tiroteo entre clanes después de no poder localizar a varios testigos para que acudieran a declarar. El enfrentamiento a tiros entre el clan de los Chelines y de los Amadores se produjo el 14 de febrero de 2013, el día de San Valentín, en el barrio José Antonio de Alicante, aunque en el enfrentamiento sólo hubo disparos de un bando, el de los Chelines. En el banquillo se sentaban seis miembros de la misma familia, a quienes el fiscal acusa de los delitos de tentativa de homicidio y tenencia ilícita de armas.

La Audiencia había llamado a declarar a nueve personas, todos ellos del clan rival, bajo el estatus de testigos protegidos, así como a un total de 25 agentes del Cuerpo Nacional de Policía que intervinieron en la investigación. El juicio iba a celebrarse a partir del lunes con un gran despliegue de seguridad para prevenir nuevos enfrentamientos entre las dos familias. Sin embargo, ayer se tomó la decisión de suspenderlo ante la falta de varios de los testigos que no han podido ser localizados por la sala.

Los disparos se produjeron tras una reunión entre los patriarcas de ambos clanes a cuentas de un matrimonio frustrado entre miembros de las dos familias. Mientras discutían en un bar del barrio, los Chelines sacaron las pistolas y empezaron a disparar contra un miembro del clan rival que estaba asomado a la ventana. Se contabilizaron 29 disparos.