Un septuagenario ha negado hoy durante un juicio que violara en dos ocasiones y maltratara a su exmujer en una vivienda de San Vicente del Raspeig, y ha alegado que no puede mantener relaciones sexuales debido a sus problemas de próstata.

"Jamás en la vida he tocado a mi mujer sin su permiso", ha aseverado ante el tribunal de la sección primera de la Audiencia Provincial de Alicante.

La fiscalía ha mantenido su petición inicial de 20 años y 10 meses de cárcel para el procesado como presunto autor de dos delitos de agresión sexual y otro de malos tratos.

La víctima, que también es septuagenaria, ha ratificado que su exmarido la forzó a mantener relaciones sexuales en dos ocasiones, una en agosto de 2011 y otra en el mismo mes de 2013.

La mujer apenas ha aportado detalles sobre las circunstancias en que se produjeron esas supuestas violaciones y ha incurrido en algunas contradicciones a preguntas de la defensa.

"Él quiso hacerlo y yo no quería, hasta que lo consiguió", ha testificado en presencia de los magistrados para resumir los dos episodios.

Según su versión, una de las violaciones le produjo un sangrado vaginal del que fue atendida en un centro hospitalario, aunque no existe constancia documental de esa asistencia.

El acusado fue detenido el 6 de septiembre de 2013, después de que agrediera presuntamente a la víctima en el transcurso de una discusión.

Aunque el sospechoso ha negado hoy los malos tratos, sí ha admitido que discutió con su expareja, que ella se puso a gritar y que un hijo de ambos que estaba en el domicilio le propinó a él un puñetazo que le dejó "sin sentido".

Preguntado por cómo es posible que la víctima presentara eritemas y otras lesiones después de ese incidente, ha contestado que a ella "le quedan marcas con sólo tocarla".

Mientras tanto, la víctima ha mantenido que el procesado se abalanzó sobre ella en el sofá y le agarró del cuello para pegarle porque no quería darle dinero.

El hijo que atajó la supuesta agresión se ha acogido a su derecho a no declarar, pero una hermana suya que también convivió con su madre durante un tiempo ha testificado a favor del padre.

En este sentido, la testigo ha afirmado que nunca ha visto malos tratos en el ámbito familiar, aunque sí "miles de discusiones", y ha acusado a su madre de mentir con frecuencia e "inventarse" cosas como que fue violada y maltratada por su propio padre cuando era niña o que tenía "cáncer de huesos".