El horrible crimen de Horst Hans H. no sorprendió en exceso a los residentes en el edificio Laguna Verd del número 11 de la calle Bella Vista de Cala Millor. «Era una relación enfermiza y sabíamos que tarde o temprano podía pasar algo así», sentenció un vecino. Los dos años de convivencia de la pareja en el inmueble distaron de ser apacibles. «Ella le había maltratado y él no podía defenderse. Estaba muy débil e iba siempre encorvado», señaló. Sin embargo, las quejas más habituales del vecindario hacían referencia a los perros potencialmente peligrosos. Al parecer, los animales eran propiedad de ella, ya que Svetlana aparecía frecuentemente con los canes en las redes sociales. «Habíamos protestado porque los tenía sueltos sin bozal por la urbanización. Son perros peligrosos y es obligatorio llevarlos atados en todo momento», resaltó un residente. El carácter agresivo de los animales quedó en evidencia al salir del recinto. En más de una ocasión los perros habrían atacado a los jinetes que se paseaban a caballo por las inmediaciones de la urbanización. L. M. MANACOR