La investigación abierta por la fuga de un recluso de la cárcel de Fontcalent apunta a que éste pudo abandonar el recinto escondido en un camión de reparto que abastece a las cocinas, según fuentes del centro penitenciario. No hubo ni túneles, ni presos descolgándose por los muros con varias ropas atadas. Las últimas grabaciones de las cámaras de seguridad en las que aparece le sitúan en las inmediaciones de uno de estos vehículos, por lo que todo apunta a que pudo salir del recinto escondido en él.

La fuga se produjo el pasado miércoles y no se detectó hasta por la noche, cuando los funcionarios del centro hicieron un recuento y se encontraron con que faltaba uno de los internos. El fugitivo es Mohamed Berhil condenado a penas que suman cuatro años y medio de prisión por malos tratos en el ámbito familiar. El fallo declara probado que al acusado agredía a puñetazos a su mujer en el domicilio familiar en el que convivían en Alicante, algunas veces delante de los dos hijos menores de edad de la pareja. Asimismo, el hombre tiene pendientes otros dos juicios por romper la orden de alejamiento que le impedía acercarse a su esposa.

La Policía mantiene bajo protección a la mujer, mientras que el juzgado que le condenó ha dictado una orden de busca y captura contra él para devolverle a la cárcel. En el momento en que se produjo la fuga se encontraba como preso preventivo en Fontcalent y la condena se dictó precisamente un día después de la evasión. El recluso no fue clasificado como peligroso y se encontraba en un módulo ordinario de la prisión, donde ingresan otros presos sobre los que no hay que someter una vigilancia especial.

Sin embargo, todo apunta a que el recluso pudo haber escapado esa misma mañana, ya que, al parecer, no se presentó a comer ese día. Otro de los extremos que debe aclarar la investigación es cómo no se detectó la desaparición del recluso hasta el recuento nocturno.

Desde la dirección del centro se ha estado revisando el contenido de las cámaras de seguridad a la búsqueda de pistas sobre cómo pudo evadirse el recluso de las instalaciones. Mientras algunas fuentes apuntaban ayer a que el preso podría haber alcanzado el camión a través de las cocinas, otras sostenían que podría haber accedido a través de los talleres de los módulos de trabajo.

Abandonar la cárcel en uno de los camiones que lleva la comida a la cárcel era precisamente el plan de dos internos que fueron interceptados por la Guardia Civil justo en el momento en que los dos estaban llegando a los vehículos en mayo de 2012.

Los fiscales de Vigilancia Penitenciaria realizarán una visita programada al centro el próximo día 21 para recoger información sobre lo ocurrido. Una investigación independiente a la de Instituciones Penitencias y a la que realice un juzgado de Instrucción.