Tres jóvenes de entre 22 y 27 años fallecieron ayer al estrellarse una avioneta Cessna 172 en la localidad madrileña de Perales de Tajuña por causas que se investigaban, ya que según algunos testigos, la nave perdió un ala antes de precipitarse hacia el suelo.

El accidente ocurrió sobre las dos de la tarde en las afueras de Perales de Tajuña -localidad ubicada a 38 kilómetros al sureste de la capital-, cerca ya del límite con Valdilecha, donde la avioneta, que había despegado de Sabadell (Barcelona) y se dirigía al aeródromo de Cuatro Vientos, se precipitó contra un árbol y ardió, informaron fuentes de la investigación.

Tras unas dificultosas labores de rescate por el estado en que quedó la avioneta tras el accidente (el tercero de estas características registrado este año en España), los Bomberos de la Comunidad de Madrid recuperaron los cadáveres de estos tres vecinos de Barcelona, que fueron trasladados al Instituto Anatómico forense, según fuentes de la investigación.

No es el primer siniestro de este tipo registrado en España en lo que va de año. El último de estos accidentes se produjo en el aeródromo de Mutxamel el pasado 21 de febrero, donde fallecieron dos personas al estrellarse el aparato en el que viajaban. Asimismo, un empresario, su mujer y sus dos hijas perdieron la vida al estrellarse su avioneta en Cuenca tras haber despegado también de la provincia de Alicante, concretamente de las instalaciones de Mutxamel, el pasado 17 de enero. En total son nueve las personas que han fallecido a lo largo de este año 2016 en accidentes sufridos por avionetas privadas en España.

Los tres jóvenes fallecidos ayer, el piloto de 27 años y dos acompañantes de 22, eran socios del Aeroclub Barcelona-Sabadell, cuyo presidente, Pere-Joan Nogueroles, explicó que todos ellos tenían experiencia de vuelo, contaban con licencia privada y estudiaban para ser pilotos profesionales, aunque este era un viaje por placer, no en prácticas.

«Los tres fallecidos eran muy jóvenes, quien pilotaba tenía 27 años y unas 250 horas de vuelo», explicó Pere-Joan Nogueroles, que precisó que los socios del aeroclub disponen de una flota de 50 aviones que pueden usar para este tipo de vuelos.

El aparato había partido a las 11:21 horas del Aeropuerto de Sabadell y el vuelo tenía una duración estimada de 3 horas. En el momento del accidente se encontraba a 25 minutos de su destino, Cuatro Vientos.

El aparato accidentado es un Cessna 172R, que dispone de 4 plazas, 160 caballos de potencia y 5 horas de autonomía, con una velocidad de crucero de 110 nudos y un techo operativo de 4.000 metros de altura.

La alcaldesa de Perales de Tajuña, Yolanda Cuenca, explicó que la «catástrofe» se produjo en un olivar ubicado cerca de una cantera y colindante con Valdilecha. Un testigo relató que el vuelo discurría aparentemente con normalidad, pero que se cayó un ala del aparato y, desde ese momento, se precipitó en picado hasta que colisionó con un olivo.

La alcaldesa, quien manifestó el pesar y las condolencias en nombre del Ayuntamiento y los vecinos de la localidad, añadió que, según los testigos, el choque había sido «brutal» y el aparato quedó destrozado, con los restos muy desperdigados por el olivar. La primera edil precisó que la Guardia Civil tiene unas dependencias a unos 500 metros de donde se produjo el accidente, pero éste se desencadenó muy rápido y no pudieron hacer nada.

La Policía Judicial de la Guardia Civil y Aviación Civil trataban ayer de aclarar las causas de este accidente, cuya investigación está en manos del juzgado de la localidad madrileña de Arganda del Rey.

Por su parte, el Ayuntamiento de Barcelona activó sus servicios de atención psicológica para dar apoyo a la familia de uno de los tres fallecidos en el accidente, ya que una de las víctimas es vecino de la ciudad. Según informó el consistorio barcelonés, el centro de urgencias sociales ha enviado un equipo al domicilio del fallecido para ayudar a la familias.