Martín R., uno de los cinco presos acusados de agredir a otro interno y dejarle en estado vegetativo al confundirle con un violador, declaró ayer ante la Audiencia de Madrid que lo que pasó era «algo habitual» y que en su módulo «cada dos por tres pegaban a un violador».

La Sección Tercera de la Audiencia Provincial juzga desde ayer a David R., Óscar del P., Ángel del Amor P., Martín R. y Hossan E., acusados de un delito de homicidio en grado de tentativa por la paliza que en junio de 2008 propinaron a un recluso en la cárcel de Aranjuez al creer que se trataba de un violador, cuando había ingresado por incumplir una orden de alejamiento. Cuatro de los acusados negaron los hechos y el quinto, Hossan E., no se personó al encontrarse en paradero desconocido.

Martín R. manifestó durante su declaración que aquel día tuvo la impresión de que se estaba planeando pegar a la víctima, que «se estaba cociendo algo», y que el modulo en el que estaba era «el más conflictivo», donde «había puñaladas día sí y día también» y donde la semana anterior habían apuñalado a otro preso acusado de violación. El procesado relató que sabía que el hombre recién llegado a la prisión Madrid VI de Aranjuez no estaba en la cárcel por violación y que así se lo hizo saber a los demás presos que cenaron con él.

Según el relato de la Fiscalía, los cinco acusados aprovecharon la ausencia de cámaras y la visión parcial que se tenía desde la cabina de seguridad para «golpear fuertemente en la cabeza» a un nuevo interno que estaba acusado de quebrantar una orden de alejamiento, le confundieron con un violador y le agredieron hasta dejarle en «estado vegetativo permanente». La víctima falleció posteriormente por una causa distinta a las graves lesiones que sufrió en la agresión.