Europa se convulsionó tras los atentados de París en noviembre pasado. España mantuvo la alerta terrorista en 4 (el máximo es 5), pero puso en marcha algunas medidas que ya habían adoptado otros socios comunitarios: una red de herramientas para llamar a la colaboración ciudadana contra el islamismo radical. Un teléfono gratuito, una web (Stop Radicalismos), una aplicación para móvil y un correo electrónico. En los dos primeros meses, hubo 907 denuncias en toda España. Casi la mitad, de interés policial. Esta semana, tras los ataques de Bruselas, se han reactivado las denuncias, aunque ninguna de ellas ha dado, de momento, pie a ninguna investigación con futuro.