Un hombre de 27 años fue detenido el miércoles en su vivienda de Alicante después de que su pareja, una joven de 19, denunciara que la había tenido retenida allí desde hacía meses en contra de su voluntad, y que en el transcurso de este tiempo la había sometido a agresiones sexuales y amenazas, llegando a utilizar un arma de fuego para intimidarla. La chica denunció los hechos en la Comisaría de Policía Nacional de Elche, supuestamente después de aprovechar un descuido del hombre y de su familia para escaparse e intentar regresar con sus padres, residentes en Crevillent.
Los agentes que recibieron su declaración aplicaron los protocolos de actuación para víctimas de violencia de género, que dieron como resultado un nivel elevado de riesgo, por lo que se procedió a la detención inmediata del hombre.
Después de pasar una noche en el calabozo, el detenido fue puesto la mañana del jueves a disposición del juzgado de Instrucción de guardia en Alicante. A petición de la Fiscalía, el juzgado decretó una orden de alejamiento de 500 metros respecto de la mujer como medida de protección, y trasladará el procedimiento al juzgado de Violencia Sobre la Mujer para que prosiga con las diligencias que estime necesarias para determinar si han existido los delitos denunciados por la joven, habida cuenta de la relación sentimental que mantenían la denunciante y el detenido.
La Fiscalía no estimó necesario pedir el ingreso en prisión provisional del hombre mientras se practican estas investigaciones. Entre otras cuestiones, porque en el registro llevado a cabo en su vivienda por parte de la Policía Nacional no se localizó ninguna pistola.
Al parecer, la chica había denunciado en varias ocasiones a sus padres y había manifestado en comparecencias anteriores que no quería regresar con ellos, si bien en su denuncia en sede policial habría asegurado que lo hizo forzada por su pareja.
En la vivienda de Alicante -en la que supuestamente habría sido retenida contra su voluntad- residían, según relató, otros miembros de la familia de su novio, que no habrían hecho nada por auxiliarla.
El detenido, por su parte, negó por completo las acusaciones contenidas en la denuncia, asegurando en su defensa que ella tenía libertad de movimientos e incluso dispuso durante los meses en que convivieron de un teléfono móvil, con el que habría podido pedir ayuda en todo momento si se hubiera encontrado retenida.
