La Policía Nacional ha detenido en Alicante a un hombre de 32 años acusado de una treintena de hurtos en bares y restaurantes de Benidorm, donde simulaba ser un cliente para sustraer al descuido teléfonos móviles, carteras con dinero, joyas y otros objetos de valor.

El arrestado, al que se le imputa la autoría de 32 delitos de hurto cometidos desde finales de 2015, fingía ser un cliente del establecimiento y se sentaba en una mesa a la vez que hablaba por teléfono, según informó ayer la Policía.

Debido a la aparente normalidad de esta situación, no levantaba sospechas entre el resto de la clientela, por lo que gozaba del suficiente tiempo para seleccionar a sus víctimas, eligiendo siempre a personas que hubiesen dejado su bolso o chaqueta en alguna silla. Luego se acercaba de forma discreta, portando algún objeto que le sirviera de «muleta» (para disimular la acción), e introducía la mano en el bolso o chaqueta de las víctimas. Sin que éstas se percataran, obtenía en la mayoría de sus hurtos teléfonos móviles, carteras con dinero en efectivo, documentación y tarjetas, o joyas.