Parece increíble que, en una época en la que las tecnologías permiten agilizar cualquier gestión, una persona tenga que estar en prisión sin haber cometido delito alguno a causa de una confusión de identidad, pero así ha ocurrido con Denisse Minaya, de 39 años y vecina de Benidorm. Ha estado encarcelada diez días en la prisión de Fontcalent como si fuera Diana Orizondo, una condenada que, según los Mossos d'Esquadra, en alguna ocasión usó la identidad de la vecina de Benidorm y estaba reclamada por dos juzgados de Barcelona para cumplir una pena de 21 meses por maltrato. Nadie asume por ahora el error -ni la Policía, ni los Mossos, ni los juzgados-, pero la víctima de esta confusión advierte de que no se quedará de brazos cruzados. Sus abogados Gerardo Rafael Martínez Calzado y Jorge Rodríguez Pla ya están recabando documentación para reclamar una indemnización al Ministerio de de Justicia.

«He pasado un infierno y ahora tengo miedo de salir a la calle». Denisse Minaya, de origen dominicano pero con nacionalidad española y afincada en Benidorm desde hace 18 años, no sale aún de su asombro por lo que le sucedió el pasado 9 de febrero. Estaba de madrugada en una calle de Benidorm cuando le paró la Policía y le pidió la documentación. Tras comprobar su identidad «me detuvieron, pero no me dijeron el motivo, sólo que había una orden de captura».

Sin llamadas

Denisse fue trasladada a la Comisaría de Benidorm y le tomaron sus huellas dactilares poco antes de llevarla al juzgado de guardia. «Antes de irme al juzgado -relata Denisse- me tomaron las huellas de toda la mano y no me dejaron hacer una llamada en comisaría ni en el juzgado para intentar solucionar el problema».

Llegó al juzgado de guardia de Benidorm y de poco le sirvió a Denisse que dijera que ella no era Diana Orizondo. Señala que tanto la fiscal como la juez me dijeron que «no me hiciera la tonta porque me estaba haciendo pasar por Denisse y que era Diana». Tenía su documento nacional de identidad en el bolso, pero «no me dejaron ni sacarlo para demostrar que en realidad era Denisse».

El inicio del breve pero intenso calvario sufrido por esta mujer continuó y el juzgado de Benidorm la envió a la prisión de Fontcalent para cumplir una pena impuesta a otra mujer que asegura no conocer. «Solo se parece a mi en que las dos somos negritas, según parece». «Ingresé con dos nombres en la cárcel y tuve que decirle a mi pareja que cuando me llamara preguntara por el nombre de Diana, que era con el que me registraron en un principio». Denisse siguió luchando por demostrar la confusión pero la agonía se prolongó durante diez días, en los que otro juzgado de Alicante también denegó el «habeas corpus» solicitado por la mujer al considerarse víctima de una detención ilegal.

El 18 de febrero, el juzgado de lo Penal número 21 de Barcelona expidió un auto acordando la «inmediata puesta en libertad» de Denisse Minaya tras haberse comprobado mediante un cotejo de huellas dactilares que no era la misma persona que la condenada, Diana Orizondo. Aún tuvo que pasar un día más en prisión hasta que llegó otro auto del juzgado de lo Penal número 24 de Barcelona, que también había ordenado la detención de Diana y acordaba la excarcelación de Denisse tras el informe realizado por la Policía Científica de Alicante.

Denisse, que asegura que hasta ahora no había estado nunca en prisión, desconoce por qué se le ha relacionado con Diana. «No la conozco y nunca he estado en Barcelona».

Orden ejecutada

Desde el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la Comunidad Valenciana explican que el juzgado de Instrucción número 3 de Benidorm se limitó a ejecutar una orden de ingreso en prisión acordada por el juzgado de lo Penal número 21 de Barcelona.

El TSJ aseguran que la Policía Nacional puso a disposición del juzgado a la detenida como la persona requisitoriada por Barcelona y que entre la documentación aportada figuraba la identificación de la arrestada mediante huella dactilar y correspondía a Diana Orizondo. Por ello, el juzgado de Benidorm contactó con el de Barcelona y éste remitió un exhorto con la orden de detención e ingreso en prisión.

Por su parte, la Policía Nacional sostiene que identificó por huellas a la detenida en Benidorm como Denisse Minaya y se le arrestó al figurar su nombre en la requisitoria para capturar a Diana Orizondo, ya que según dicha reclamación la condenada utilizó en alguna ocasión la identidad de la mujer afincada en la Costa Blanca.

Al no existir huellas en las requisitorias judiciales, la Policía Nacional no pudo cotejar inicialmente las de la vecina de Benidorm con las de Diana Orizondo, ya que figuran en la ficha de detención de los Mossos d'Esquadra y las bases de datos no están interconectadas.

Un portavoz de los Mossos no aclaró a este diario el motivo de relacionar la identidad de Diana con la de Denisse y se remitió al juzgado de Barcelona para cualquier aclaración.

Tratamiento médico

La breve estancia de Denisse en la prisión de Fontcalent, donde compartió celda con una presa eslovena, ya le ha provocado una crisis de ansiedad que ha derivado en un tratamiento médico. «No puedo salir sola porque me da pánico que vuelva a ocurrirme lo mismo, ya que la mujer reclamada sigue estando en libertad y pueden confundirse otra vez», asegura.

Una de las cosas que más molesta de esta insólita situación a Denisse es que «nadie se ha dirigido a mi para disculparse; un gesto así vale mucho». Aunque la mujer tiene dudas sobre el desenlace final de su reclamación por los diez días en prisión, al menos confía en que se aclare el error y alguien asuma la responsabilidad por lo sucedido.