Un Boeing 737-800 de la compañía Flydubai con 62 personas a bordo, entre ellos dos españoles, se deshizo en pedazos al estrellarse en la madrugada del sábado en el aeropuerto de Rostov del Don después de pasarse dos horas y media dando vueltas sobre esa ciudad del sur de Rusia.

El avión, procedente de Dubai y en su mayoría ocupado por turistas rusos, debía aterrizar a las 1.10 hora local, pero debido a las malas condiciones meteorológicas estuvo sobrevolando Rostov del Don hasta las 3.40, cuando se precipitó súbitamente contra el suelo.

La compañía radicada en los Emiratos Árabes Unidos, pese a reconocer en un primer momento que no es habitual permanecer tanto tiempo en el aire sin pedir tierra en otro aeropuerto, justificó poco después la decisión del piloto al señalar que la pista de Rostov del Don seguía abierta y podía acoger a la aeronave.

Mientras, la mayoría de los expertos rusos consultados por medios de este país señalaron que las pésimas condiciones meteorológicas -densa niebla, lluvia incesante y rachas de viento lateral de hasta 16 metros por segundo- aconsejaban desviar el vuelo a otra ciudad. De hecho, esto fue lo que hizo un vuelo de la compañía rusa Aeroflot tras tres intentos fallidos de aterrizar allí, emprendidos todos ellos mientras el vuelo FZ 981 de Flydubai sobrevolaba ya la ciudad tras fracasar en su primer intento de aterrizaje.

En un primer momento se creyó que el avión, procedente de Dubai con destino a Rostov del Don, se estrelló cuando intentaba aterrizar por segunda vez, pero luego se supo que el siniestro tuvo lugar cuando el piloto trataba de dar otra vuelta sobre el aeropuerto.

El servicio internacional Flightradar24, que se dedica al seguimiento de vuelos en todo el mundo, fue el primero en apuntar que el Boeing «cogió altura tras enfilar hacia su segundo aterrizaje, y enseguida empezó a caer bruscamente a una velocidad de 21.000 pies al minuto (106 metros por segundo)».

Las imágenes cedidas a medios locales por las autoridades rusas muestran que la aeronave quedó hecha añicos tras el fuerte impacto que sufrió y la explosión que siguió al choque. Los servicios de rescate trabajaban durante toda la jornada de ayer en la recogida de los cuerpos de los 55 pasajeros y siete tripulantes fallecidos en la tragedia, una labor muy complicada porque la aeronave quedó hecha añicos.

Entre los siete miembros de la tripulación estaban los españoles Alejandro Álava Cruz, copiloto del avión, y Xavier Alejandro Curbelo Caro, sobrecargo del vuelo. Y entre las azafatas y auxiliares de vuelo también estaba la colombiana Laura Patricia Delacruz. Desde Flydubai destacaron que tanto el piloto, de nacionalidad chipriota, como el canario Álava Cruz, reunían una abultada experiencia con más de 5.700 horas de vuelo cada uno.

La mayoría de los pasajeros fallecidos -44- eran rusos, y entre las víctimas hay cuatro niños.