Los cinco detenidos por la Guardia Civil en Alicante como presuntos miembros de un grupo organizado dedicado a cometer hurtos en supermercados de la Comunidad Valenciana se aprovecharon presuntamente de un defecto de apertura de las puertas de los almacenes para abrirlas desde dentro y cargar en vehículos palés con bebidas y alimentos, según el balance de la operación ofrecido ayer por la Comandancia de Alicante. Los arrestados pasaron ayer a disposición del juzgado de guardia y todos quedaron en libertad pero con la obligación de comparecer en sede judicial cada quince días, según informó el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana.

La causa está abierta por hurto y por ahora la Guardia Civil les acusa de nueve delitos de hurto y otros nueve en grado de tentativa, ya que se alertó a los centros del fallo en la apertura de las puertas y se solucionó el problema. No obstante, no se descarta que se les imputen otros hechos delictivos pendientes de ser esclarecidos.

En los registros de las viviendas la Guardia Civil ha intervenido bebidas y alimentos robados por un valor de mercado de casi 8.000 euros. También decomisaron un collar de perlas haitianas tasado en 22.500 euros que fue sustraído junto a nueve paquetes más en una furgoneta de transporte de mercancías.

La Guardia Civil de El Campello inició las pesquisas tras el robo de gran cantidad de bebidas alcohólicas en un supermercado. Examinaron las imágenes de las cámaras de seguridad e identificaron a los presuntos autores. Asimismo, los investigadores contactaron con responsables de una cadena de supermercados que les comunicaron su preocupación por el aumento de hurtos por el mismo procedimiento, por lo que recopilaron otras denuncias y concluyeron que se trataba de un grupo organizado.

Para cometer los robos dos de los implicados entraban como clientes en los supermercados y deambulaban con su carrito hasta que aprovechaban algún despiste de los empleados para colarse en el almacén. Una vez allí iban a la puerta trasera y abrían a otros ladrones que esperaban con un vehículo para cargar la mercancía. En cada hurto llegaron a sustraer hasta dos palés de bebidas alcohólicas y alimentos.

Según la Guardia Civil, las puertas de los almacenes tenían un defecto de apertura que era conocido por los ladrones y que facilitaba abrirlas desde dentro.

El grupo investigado comenzó a operar en Alicante, aunque luego amplió su campo de actuación a otros municipios de la provincia y también de Valencia y Castellón.