El Tribunal Supremo ha decretado la nulidad de una sentencia de la Sección Segunda de la Audiencia de Alicante por un delito de estafa al entender que incurrió en defectos de forma. No ha ordenado la repetición del juicio, pero sí que se dicte un nuevo fallo porque el anterior no daba respuesta a los planteamientos de la acusación particular y apreciaba erróneamente la prescripción del delito para uno de los dos acusados. Los hechos se remontan a 1998, cuando los dos procesados constituyeron junto a una pareja una empresa. Uno de ellos falsificó letras de cambio y pagarés y cometió un desfalco de 341.000 euros. Le condenaron a cuatro años y medio de prisión y absolvieron a otro administrador que se apoderó de 17.742 euros, tras dictaminar que su delito ya había prescrito.