La red también publicaba anuncios en las webs de alquiler de viviendas de pisos en España, Holanda y Alemania muy atractivos, a precios irrisorios, con fotos reales obtenidas en internet. Cuando el posible cliente veía el anuncio y quería ponerse en contacto con el propietario, sólo le ofrecían la posibilidad de hacerlo por correo electrónico, a través del cual acordaban el ingreso en una cuenta bancaria del precio del inmueble.

Una vez practicado el ingreso los perjudicados se presentaban en la vivienda alquilada, en varios casos incluso en Holanda o Alemania, y comprobaban que habían sido estafados.