La Guardia Civil ha detenido esta semana en la Marina Baixa a al menos seis personas por su presunta vinculación con una red de tráfico internacional de marihuana sintética a través de Internet que opera entre España, Holanda y Bélgica, así como en otros países europeos, según han confirmado a este diario fuentes cercanas al caso. Los agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil realizaron hace unos días registros autorizados por un juzgado de Benidorm en tres naves industriales situadas en diferentes puntos de la Marina Baixa, donde requisaron cientos de bolsitas de esta sustancia y procedieron a los arrestos mencionados.
Dos de estas naves estaban situadas en los municipios de La Nucía y l'Alfàs del Pi. En concreto, en la localidad nuciera se registró un local ubicado entre la calle Guadalest y Bolulla, en el polígono industrial.
La mayoría de los detenidos son personas que trabajaban en estas naves y uno de ellos podría ser uno de los encargados de esta red de narcotráfico, que utilizaba la provincia como punto de almacenamiento y distribución de esta novedosa droga por varios países de Europa. Las fuentes consultadas señalaron que las primeras investigaciones indican que esta droga sintética se vendía a través de Internet y se comercializaba en bolsitas pequeñas como si fuera incienso o una infusión.
La Guardia Civil llevaba varias semanas investigando la distribución de este tipo de droga en la provincia bajo la supervisión de un juzgado de Benidorm y la operación, hasta el día de ayer, continuaba abierta, por lo que no se descarta que se produzcan más detenciones.
Ramificaciones
La Guardia Civil está colaborando en esta operación con la Policía de Holanda y Bélgica, ya que la operación tiene ramificaciones en ambos países, según las fuentes cercanas al caso.
Los arrestados fueron trasladados a dependencias de la Guardia Civil y estaba previsto que algunos pasaran a disposición judicial en Benidorm, mientras que otros podrían haber quedado en libertad tras declarar ante los investigadores.
La importancia de esta operación radica en la gran alarma social que está generando el consumo de la marihuana sintética en todo el mundo. En Estados Unidos, por ejemplo, los medios de comunicación ya se han hecho eco de algunas muertes provocadas por el consumo de esta droga.
De hecho, la Policía de Nueva York se mantiene en alerta por cómo se está extendiendo esta sustancia entre sus ciudadanos y porque en los cinco primeros meses de 2015 había matado al triple de personas que hace un año, según se recoge en un periódico estadounidense. Las propias autoridades neoyorquinas difundieron un vídeo en el que un hombre desnudo bajo sus efectos se enfrentaba a la Policía y golpeaba con fuerza la valla de una casa.
Europa no se escapa de este peligro y también se han registrado fallecimientos. En Alemania se han denunciado varias muertes de jóvenes por parte de algunos padres, según señalaron fuentes cercanas a la investigación.
Una ruleta rusa
El experto Luis Alfonzo, asesor regional de Drogas de la Organización Panamericana de la Salud, con sede en Washington (Estados Unidos), ha asistido durante los últimos días en Alicante a las Jornadas Nacionales de Socidrogalcohol, detalló ayer a este periódico que «la marihuana sintética es un producto que tiene efectos sobre los receptores cannabinoides en el cuerpo, al igual que la marihuana normal». La diferencia, según Alfonzo, es que en vez de ser una sustancia natural y vegetal, es química, lo que provoca una reacción más incierta en el ser humano, ya que es imposible saber al 100% qué lleva esta composición artificial. «Es fácil conocer qué efectos provoca a corto plazo, ya que la intoxicación es similar a la de la marihuana natural, pero a largo plazo es más difícil prever qué daños colaterales puede generar, ya que no existen estudios al respecto», indicó este especialista.
En relación a las noticias que se están generando en torno a esta sustancia, matizó que «todas estas informaciones hablan sobre el consumo de una droga no regulada, por lo que no siempre tiene que ser marihuana sintética al 100%. Incluso, dentro de la propia fabricación de la misma, se pueden incluir productos que la adulteren y provoquen ciertos envenenamientos».
Lo más preocupante, desde el punto de vista de la Salud Pública, es que los jóvenes que la consumen están jugando con una sustancia que no es segura, «por lo que estaríamos hablando de una especie de ruleta rusa», concluyó Luis Alfonso.
