La Guardia Civil ha esclarecido más de 40 robos en los que sustrajeron 28 toneladas de cobre con la detención de dos personas. Desde el Instituto Armado explicaron ayer que estos arrestos han sido posibles gracias a numerosas horas de servicio, noches sin dormir por los apostaderos en las zonas más sensibles, y sobre todo una inteligente línea de investigación de casi dos años del equipo Roca de Calp de la Guardia Civil contra el robo en zonas rurales.

Los agentes lograron detener el pasado miércoles a dos hombres de nacionalidad rumana, de 28 y 41 años, como presuntos autores de más de 40 delitos. Sustrajeron más de 28 toneladas de cobre de 27.000 metros de cableado telefónico, y aunque obtuvieron un beneficio de más de 108.000 euros, el cálculo de daños y valor de lo sustraído alcanza los 300.000 euros.

Desde la Guardia Civil explicaron ayer que a finales de 2014 se intensificaron las investigaciones relacionadas con la sustracción de cable telefónico, ante el aumento significativo de denuncias por robo. Los robos se estaban cometiendo, casi en su totalidad, en zonas aisladas de montaña, en líneas telefónicas que discurrían paralelas a las carreteras comarcales. Durante la mayor parte del año pasado, los agentes no conseguían encontrar información o indicios que pudieran llevar a la autoría de los delitos, a pesar de que en numerosas ocasiones parecían estar muy cerca.

Lo que sí pudieron apreciar fue la cierta «profesionalidad» a la hora de sustraer el cobre del cableado. Procedían al corte del tendido entre dos postes, descolgándolo para trocearlo a continuación en tramos de unos dos metros. Después le retiraban la camisa de pvc, que abandonaban en ese mismo lugar. Sin embargo, gracias la constancia en las actuaciones y la gran cantidad de tiempo dedicada, una noche sorprendieron en la localidad de Orba, en la Marina Alta, a un vehículo en una zona que había sido robada anteriormente, aunque al ser avistado emprendió la huida a gran velocidad, consiguiendo escabullirse.

Tras este fugaz encuentro se inició la operación «Línea 2015», realizando una búsqueda de todos los vehículos similares, fijando finalmente el objetivo en varias personas de origen rumano, que residían en la ciudad de Valencia. Las vigilancias y seguimientos fueron aportando que al parecer, estaban relacionadas con diversos robos de cableado telefónico y robos con fuerza en viviendas.

Los agentes también descubrieron la existencia de vínculos familiares entre ellos, y que realizaban contravigilancias cuando se trasladaban en sus vehículos, para no ser detectados, e incluso apagaban los teléfonos móviles horas antes de cometer los delitos. Durante las detenciones se ha intervenido el vehículo que utilizaban para cometer los delitos y se han recuperado más de 3.000 kilogramos de cobre, que han sido devueltos a Telefónica.

La operación sigue abierta y no se descartan nuevas detenciones, aunque se considera a estos dos hombres los presuntos autores materiales de los hechos.