La Guardia Civil ha detenido en Jerte (Cáceres) a un hombre de 48 años que estaba reclamado por la Justicia y que llevaba seis años encerrado en su domicilio sin salir en ningún momento por temor a entrar en prisión, hasta el punto de extraerse él mismo piezas dentales. El arrestado vivía con su pareja, una mujer de esta localidad que salía y entraba de la casa, y atendía las necesidades de ambos.

«A ella la veía por la calle, pero a él... hacía muchos años que no sabía de nada de este hombre», afirmó el alcalde de Jerte, Gabriel Iglesias, quien curiosamente vive «muy cerca» de la casa donde este hombre ha estado recluido por voluntad propia. Reclamado por un Juzgado de Salamanca por un delito contra el patrimonio, optó hace seis años por permanecer en el interior de una vivienda ante el temor de que dicha causa pendiente le condujera a cumplir pena de prisión.

En su afán por no ser hallado ni visto, el ya detenido, cuya localización fue posible merced a la colaboración ciudadana, optó en estos años por extraerse él mismo piezas dentales dañadas y no asistir incluso al entierro de un familiar cercano.

La noticia del arresto de este hombre, al parecer natural de la localidad de Tornavacas (Cáceres), ha sorprendido a los 1.300 residentes de Jerte, entre ellos al propio alcalde, quien creía que éste estaba cumpliendo cárcel. A su juicio, la historia es «rocambolesca», pues aunque a la pareja del ahora detenido «la veía por la calle», Iglesias no sabía que existía una relación entre estas dos personas y mucho menos que él viviera en la casa de esta mujer. Sin embargo, en el pueblo algo se sabía o se intuía, pues el arresto de este hombre fue posible gracias a la información aportada por algún vecino, que alertó de la situación de la vivienda.